Dos hermanos se reencuentran en el desván de la casa familiar después de 16 años sin hablarse. Dentro de poco la casa debe ser demolida. Víctor, un humilde policía a punto de retirarse, y su esposa Esther, convocan al hermano mayor, Walter, cirujano de éxito, a un encuentro con el tasador para decidir el precio de los viejos muebles familiares. Todo va bien hasta que los recuerdos hacen despertar los fantasmas encerrados en este viejo ático.

Munt subraya con su puesta en escena la obsesión de Arthur Miller, una obsesión que convierte en don para poder radiografiar lo más íntimo del ser humano. Como un experto cirujano, va trepanando con delicadeza lo más recóndito de nuestro comportamiento, enseñando lo más profundo y revelador de forma inexorable. Y como en un nítido espejo, nos vemos reflejados de una manera u otra, intentando digerir lo que vemos.

Silvia Munt explica en la obra el sentido esencial que tienen las crisis económicas, unos cambios que hacen tambalear los fundamentos de nuestro sistema, de nuestras familias y de nuestro comportamiento, dejando consecuencias devastadoras. Las cuestiones más esenciales surgen ante la adversidad, poniendo a prueba nuestra sociedad y a cada uno de nosotros.