En rueda de prensa, Javier Sada ha dicho que "la convocatoria se produce por una votación contraria a unos Presupuestos sociales" con el voto en contra de "separtistas, la derecha y Bildu".

Ha señalado que la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Presidencia "fue fruto de que había un Gobierno de un partido condenado por corrupción" que "fue incapaz de asumir responsabilidades, actuar con dignidad y convocar elecciones". La "corta" legislatura de Pedro Sánchez "se justifica" por "devolver la dignidad a la política.

Javier Sada ha defendido algunas medidas implementadas por el Ejecutivo central, como la subida del salario mínimo interprofesional o el incremento de las pensiones, así como la supresión del co-pago farmacéutico o el aumento de las becas y la lucha contra la pobreza infantil.

FRENTISMOS

El portavoz socialista ha hecho "un llamamiento a la superación de algunos frentismos", lo que "es fundamental para conseguir acuerdos" de manera que "las mayorías dejen aparte tanto a los separatistas como a la ultraderecha".

El apoyo del PSOE Aragón a Sánchez es "absoluto", ha aseverado Sada, quien ha confiado en la madurez de los ciudadanos para "diferenciar" la política nacional de la autonómica y mumicipal.

Ha considerado "acertado" convocar ahora las generales "con todas las ventajas e inconvenientes" porque "hay tiempo suficiente para terminar de hablar de política nacional y luego de política en ayuntamientos y la comunidad autónoma. No había mucha más alternativa", ha concluido.

DEJARSE LA PIEL

"Me dejaré la piel para que el Partido Socialista gane y es obvio que deseo fervientemente que gane y encabece un gobierno", que sea "fuerte", declaraba este jueves el presidente de la Comunidad Autónoma, Javier Lambán, ante el posible anuncio de elecciones generales.

En declaraciones a los medios de comunicación, el también secretario general de los socialistas aragoneses ha esgrimido que de los comicios ha de salir "un Gobierno no sectario, que no sea resultado de un frente ideológico de una España contra la otra".

A su entender, se debe lograr una gobernabilidad del país que "no dependa del separatismo catalán, que es congénitamente desleal y falso" a la hora de plantear sus relaciones con España y con cualquier Gobierno de la nación, y, "desde luego un gobierno que, en modo alguno, dependa de la extrema derecha".