El recinto de la Expo está a tope de obreros que trabajan contrarreloj para tenerlo todo listo para el 14 de junio. En estos momentos en Ranillas hay 6.526 operarios, según datos facilitados por Expoagua, el mayor nivel de trabajadores desde que se iniciaran las obras de la muestra, hace más de dos años.

Las prisas para cumplir plazos están obligando a trabajar incluso por las noches en obras como el Pabellón Puente. Es la obra más atrasada y se terminará, según las previsiones, sólo unos días antes de la inauguración de la Expo.

En el resto del recinto, los trabajos de construcción se solapan ya con el acondicionamiento interior de los pabellones y, en casos como la Torre del Agua, con el montaje de las exposiciones interiores.

El elevado número de trabajadores, unido a la diversidad de tareas que se están haciendo a la vez en Ranillas ha obligado a muchas empresas a modificar los turnos de trabajo de sus operarios.

«No pueden estar todos a la vez, así que en muchas obras se empieza a trabajar antes y se termina más tarde para poder coordinar a toda la plantilla. En días puntuales, los trabajos se alargan hasta la medianoche», señalan fuentes de Expoagua.

Trabajadores de 70 países

Las 6.526 personas que trabajan en Ranillas proceden de 70 países. Los más numerosos, después de los españoles (3.996) son los rumanos (667) y portugueses (666), aunque hay obreros procedentes de zonas como Bangladesh, Ghana, Lituania, Cabo Verde o Pakistán.

Las mujeres son minoría en la Expo. Ahora trabajan allí 163 féminas, y el 95% de ellas (155) son españolas. Alemania, Francia, Italia, Portugal y República Dominicana tienen una representante cada uno y Ecuador, 2.

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