La Iglesia de la Magadalena se reabre este domingo para ser centro espiritual y cultural

  • ZARAGOZA, 13 (EUROPA PRESS)
Visita a la restauración de la Iglesia de la Magdalena de Zaragoza
Visita a la restauración de la Iglesia de la Magdalena de Zaragoza
EUROPA PRESS - Archivo
Visita a la restauración de la Iglesia de la Magdalena de Zaragoza

La Iglesia de Santa María Magdalena de Zaragoza reabrirá sus puertas este domingo, 17 de febrero, con una ceremonia que presidirá el arzobispo, monseñor Vicente Jiménez, permitiendo que este templo recupere su actividad como centro espiritual y cultural. A las 12.00 horas, tendrá lugar una misa, que incluirá la consagración del altar.

En estos momentos, los responsables y operarios trabajan en la limpieza y los últimos detalles, tras una intervención que ha durado 17 años y que, entre otras cosas, ha permitido recuperar la imagen barroca del interior del templo, conservando pequeñas catas que dejan a la vista restos mudéjares y otras reformas.

El vicario general de la Archidiócesis de Zaragoza, Manuel Almor, el ecónomo diocesano, Jaime Sanau, y el párroco de este templo, Juan Espallárgas, han participado en una visita ofrecida a los medios de comunicación, en la que también han estado presentes el arquitecto codirector de las obras, Fernando Aguerri, y el arqueólogo, Salvador Melguizo.

Manuel Almor ha recordado que la parroquia no ha interrumpido su actividad los 17 años que han durado las obras, que se ha desarrollado en lugares próximos al templo, al que ahora regresa la comunidad cristiana, que está asentada en él desde hace ocho siglos.

Además ha transmitido su "gran alegría y satisfacción" por la reapertura del templo parroquial y cuyos feligreses, unos 500, están deseosos de ver, puesto que para muchos de ellos ha sido su lugar de bautismo, de celebración del matrimonio y un "referente espiritual", como también lo ha sido "en épocas y siglos pasados", ha remarcado.

El vicario general ha invitado a todos los parroquianos a que "vuelvan para dar vida a este templo", así como a todo aquel que desee "visitar detenidamente y admirar esta obra bellísima" para contemplar un bien material que, además, "está destinado a nutrir la vida espiritual de tantas gentes".

Almor ha agradecido a Gobierno de Aragón, Fundación CAI y Ministerio de Fomento el apoyo económico para la rehabilitación. Al respecto, el ecónomo diocesano, Jaime Sanau, ha detallado que si bien han sido la diócesis y la parroquia quienes han realizado la principal aportación económica para las obras, cuyo coste ha superado los 4,4 millones de euros, sin la ayuda de estas instituciones públicas y privadas "hubiéramos tardado muchos más años, igual otros 17 más" en concluirlas.

APORTACIONES

Sanau ha indicado que el 44,8 por ciento del coste ha sido asumido por la parroquia y la Diócesis de Zaragoza, cerca de dos millones de euros; el Gobierno de Aragón ha colaborado con el 30,3 por ciento en las tres primeras fases; el Ministerio de Fomento con el 16,8 por ciento, en la última de fase, y la entonces Obra Social de Caja Inmaculada, ahora Fundación CAI, con el 8,2 y unos 360.000 euros, "importantes en las primeras fases".

El ecónomo diocesano ha comentado que esta actuación "no solo beneficiará a la Iglesia diocesana, también a la ciudad en su conjunto" y supone recuperar un templo que ha estado cerrado desde el año 2002. A partir de ahora, se mantiene el uso religioso, aunque "va a estar abierto al disfrute de todos".

Sanau ha anunciado que se van a organizar visitas guiadas por parte del Alma Mater Museum -el Museo Diocesano de Zaragoza- después de Semana Santa. Además, en marzo comenzará un ciclo de conferencias de arqueología, historia del arte y arquitectura para dar a conocer la restauración.

El párroco de la Magdalena, Juan Espallárgas, que ostenta este cargo desde 1977, ha dicho que el templo está abierto "a todo aquel que quiera venir a participar tanto del culto, como del arte y la belleza", además de mostrar su deseo de volver a su "casa, arreglada, limpia y hermosa".

El barrio donde está implantado es de "gente sencilla" y, por eso hay un compromiso "con los más pobres", al tiempo que ha ofrecido "una comunidad cristiana viva" donde todos quepan y se sientan "a gusto", una comunidad "alegre, gozosa", una familia para todos.

Asimismo, ha confiado en que con el tiempo "este templo pueda lucir todo su esplendor" porque "todavía faltan muchas cosas que hacer" y ha recordado que nada más llegar a esta iglesia ya alertó de que había que restaurar el edificio porque "se abría el arco central, que era lo peor", y otras zonas se habían deteriorando.

La parroquia ha seguido durante estos 17 años sus actividades de preparación a la Comunión y Confirmación y más recientemente al Bautismo de adultos, además de desplegar una actividad caritativa a través de 12 voluntarios de Cáritas y contar con agentes de pastoral penitenciaria.

HUMEDADES Y ESTRUCTURA

Los arquitectos directores de la obra han sido los hermanos Fernando y José Ignacio Aguerri, quienes han contado también con la colaboración del arquitecto del Arzobispado, Ignacio Uriol. El primero ha explicado que la intervención ha tenido lugar para solucionar un problema de cubiertas y estructuras aéreas y otro de humedades de subsuelo y partes bajas del muro.

Fernando Aguerri ha relatado que primero se actuó, por "lógica constructiva", en los elementos altos, para restaurar la torre y la cubierta de la nave central, así como para consolidar el arco principal, "el que está sobre el retablo, que es el que mayores problemas patológicos tenía".

En la segunda fase y en su complementaria, se restauraron las cubiertas de las naves de las capillas laterales y de las fachadas exteriores y se realizó una cámara bufa perimetral, "que es una galería subterránea que recorre el edificio y que se preveía iba a estar conectada con la última actuación que hemos hecho ahora".

Esta ha consistido "en el desmontado de revocos deteriorados que había en las partes bajas, partes inferiores de retablos y bienes muebles", que ha habido que mover, así como en eliminar los pavimentos y "hacer una importante intervención arqueológica para rebajar los niveles de humedad, que ha llevado a una importante exhumación de cadáveres de enterramientos de varios siglos".

Después, se ha hecho la obra nueva, "consistente en una cámara sanitaria que se conecta con el exterior de la cámara perimetral y que permite que el edificio se sanee y airee", una actuación "que se ha hecho con mucho cuidado y paciencia" para que fachada y muros estén ventilados y no sea preciso intervenir en muchos años.

Al respecto, ha aclarado que los problemas de humedades son "endémicos" por el lugar donde está emplazado el edificio, construido sobre las gravas y arenas de la terraza de los ríos Ebro y Huerva y que está afectado por "el llamado basurero romano, una capa muy compacta e impermeable, hace que todas las humedades que están allí arrastren al resto de edificios".

VALOR ARQUEOLÓGICO

El arqueólogo Salvador Melguizo ha comentado que se han encontrado restos romanos, árabes y cristianos, como una necrópolis cristiana con 375 cuerpos, que "han sido excavados, estudiados y vueltos a depositar otra vez aquí". Asimismo, se ha excavado en el depósito de inhumación de la cripta, que se está debajo del Retablo Mayor, y también se ha intervenido en los demás restos óseos hallados.

Según ha dicho, han podido analizar cómo se comporta una necrópolis cristiana dentro de un templo, una costumbre que se extendió en toda la Península Ibérica y Occidente desde el siglo XVI hasta mediados del XIX. "Son pocos los sitios, por no decir que es casi el único, donde se ha podido estudiar".

La Magdalena es una iglesia del siglo XIV y durante las obras han podido conocer las partes que han sido reformadas desde entonces hasta la actualidad, pero también restos anteriores por debajo del templo actual, el alminar de una mezquita, que se utilizó como campanario cristiano a partir del siglo XII, pero que se destruyó cuando se hizo la iglesia actual, y hallazgos de época romana.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento