A pesar de no tener ningún vínculo familiar con el presidente de los Estados Unidos, Joshua Trump ha sufrido acoso escolar por compartir apellido con el político.

Poco después de que empezara el bullying, sus padres, Megan Trump y Bobby Berto, decidieron educar en casa a Joshua. Fue en 2015 justo cuando Donald Trump anunció que se postulaba para el cargo.

Un año después, el niño regresaba al colegio y los problemas se reanudaron: "idiota" y "estúpido" era lo más suave que le decían algunos de sus compañeros. Joshua llegó a confesarle a sus padres que "se odia a sí mismo y a su apellido".

La historia llegó a oídos de Donald Trump quien decidió invitarle al discurso sobre el Estado de la Unión junto con otras doce personas entre las que se encontraba una niña que ha padecido un cáncer, un superviviente del tiroteo en Pittsburgh y la familia de una pareja que murió en el tiroteo de Florida.

Sin embargo, la charla del Trump político no cautivó al Trump niño que se quedó plácidamente dormido en su asiento, junto a Melania. En su defensa, hay que contar que Donald Trumpm estuvo hablando casi dos horas.

El segundo discurso del presidente sobre el Estado de la Unión se pospuso una semana debido al cierre parcial del gobierno.

Aprovechó el momento para pedir a sus rivales demócratas que dejaran de lado "las políticas de venganza, resistencia y retribución" y dijo que era el momento adecuado para "salvar viejas divisiones, curar viejas heridas, formar nuevas coaliciones".