Según fuentes del propio Registro Municipal, cada tres días se interpone una queja por este motivo por parte de un vecino, por lo que se recaban un centenar al año. La mayoría denuncia el pésimo estado en el que se encuentran calles y aceras repartidas por toda la ciudad porque sufren baches, socavones o se encuentran con zanjas debido a las obras de remodelación de la vía pública y que han provocado resbalones o caídas.

También existen reclamaciones por farolas o mobiliario urbano destrozado que necesita ser reparado. De esas 100 reclamaciones que se presentan al año, sólo un 10% acaban en una denuncia formal en el registro, que deben ir acompañadas de un parte médico que acredite que el vecino se ha producido lesiones debido al mal estado de la calle, acera o calzada. También se debe aportar una fotografía reciente que demuestre el desperfecto.

La mayoría se desestima

En la mayoría de las ocasiones, el Ayuntamiento desestima las quejas «porque carecen de fundamento o se exagera», según fuentes del registro. Si el Consistorio las estima, repara el desperfecto, y su compañía aseguradora indemniza al vecino.

Falta de limpieza en la vía pública

Gran parte de las quejas y reclamaciones que se presentan en el Registro Municipal van dirigidas a la falta de limpieza de las calles de Alicante o que no se adecentan lo suficiente. Los operarios de Inusa sufren críticas por esta razón. También hacen hincapié en la elevada duración de las obras públicas que se llevan a cabo en la ciudad, que impiden transitar con normalidad por la vía pública.