El buen funcionamiento de algunos itinerarios alternativos que se pusieron en marcha al inicio de las obras ha hecho que se perpetúen, este es el caso de la prohibición de llegar desde la calle de Bailén a la de Alicante a través de la calle de Xàtiva.
Pasa lo mismo con la calle Cervantes: antes de las obras, el tráfico se dirigía hacia la Gran Vía de Ramón y Cajal, ahora, ha invertido el sentido para enlazar con la calle de Jesús, y así se queda.
Con la apertura del túnel, las líneas de la EMT 2,3,80, 41,6,14,15 y 35 volverán a su recorrido habitual, mientras que otras como la 7,8,40 y N7 sufrirán pequeñas modificaciones.
Las líneas 7 y N7, a partir de la normalización de las obras (el sábado), pasarán por las calles Marqués de Sotelo, Alicante y Castellón. La 8 irá por la calle Sueca-Germanías, cambiará de sentido por el jardín central y continuará por Xàtiva.
Los buses de la línea 40 pasarán por las calles Marqués de Sotelo, Alicante, Castellón, y Gran Vía Germanías hasta Reino de Valencia.
Con la finalización de las obras también se liberarán 150 plazas de aparcamiento, 65 en zona azul que serán gratis hasta que acaben del todo las obras en la calle Alicante.
Las obras de la T-2 seguirán en abril
El concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo, señaló ayer que se instalarán nuevos pasos de peatones al final de la calle de Castellón y de General San Martín, y anunció un cruce nuevo que unirá la Gran Vía con la calle Cádiz con motivo de las obras de la segunda fase de la T-2, que se iniciarán en abril en el tramo de Reino de Valencia y que afectarán, sobre todo, a la Gran Vía de Marqués del Turia. Allí se cortará al tráfico la vía que va desde la Gran vía hasta el río.
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