La sanidad concertada catalana gestiona el 82% de las camas hospitalarias de la comunidad, que dan cobertura prácticamente el 80% de la población, y el 20% de los centros de atención primaria (CAP) de toda Catalunya.

Estos facultativos, más de 10.000 profesionales de 53 hospitales de agudos, 86 equipos de atención primaria, 50 centros sociosanitarios y  25 centros de salud mental, se vuelven a revolver contra el Servei Català de la Salut (CatSalut) al que consideran responsable de la precarización de sus condiciones de trabajo y de los medios con los que cuentan para ejercer su trabajo.

Es por ello que, a pesar de que en noviembre ya protagonizaron una huelga conjunta con los trabajadores de la sanidad pública de Catalunya, ahora vuelven a parar porque no se ven representados en los acuerdos alcanzados con el Departament de Salut, que consideran "demasiado genéricos".

Es por ello que convocan paros entre los días 18 y 22 de febrero, a un mes vista, para no interferir con el "pico de gripe que en las próximas semanas cuando se prevé que entre en la fase de epidemia" en la comunidad, tal y como ha explicado este miércoles Xavier Lleonart, presidente del sector de los hospitales concertados del sindicato convocante, Metges de Catalunya.

Lleonart ha insistido en que "la sanidad concertada también es pública" y que el "Catsalut no se puede desentender del conflicto pues financia el 95% del presupuesto de las entidades concertadas".

Reclaman recuperar el poder adquisitivo perdido durante los últimos 10 años en pleno azote de la crisis y la llegada de los recortes públicos. También exigen poder dedicar el 30% de su jornada laboral a tareas de formación e investigación, establecer un máximo de visitas con un tiempo mínimo de atención a los pacientes y reducir los contratos temporales y eximir de las guardias presenciales a las doctoras embarazadas .