Tras la firma de un convenio con los trabajadores de la Administración autonómica, el presidente gallego ha sido preguntado sobre esta huelga que es "testimonial", tal y como la ha calificado, ya que sus efectos "no se producen" al tener unos servicios mínimos del cien por cien.

No obstante, Feijóo ha dicho que "le preocupa" que, "puntualmente, alguna persona que trabaja en urgencias esté menoscabando el prestigio" de un hospital que es "de los mejores de España".

Con estas palabras se ha referido a la denuncia interpuesta ante Fiscalía por una médico, asegurando que el pasado 2 de enero habían muerto dos pacientes en los pasillos de este servicio.

Estas afirmaciones, desmentidas posteriormente por el Servizo Galego de Saúde (Sergas), fueron pronunciadas en unas jornadas organizadas por la oposición en el Parlamento gallego -En Marea, PSdeG y BNG-, como alternativa a la comisión de investigación de sanidad, a la que ya no acuden después de que el Grupo Popular aprobase en solitario el calendario de comparecencias.

En este sentido, ha defendido que "todas las huelgas están protegidas constitucionalmente", por lo tanto son "repetables", si bien "no" lo es que se utilice como "conflicto político".

"Ni lo merecen los pacientes, ni lo merece el conjunto de los miles de profesionales que trabajan en el Hospital Clínico de Santiago", un complejo en el que, según sus palabras, "se practica una medicina de altísima calidad".