Marisa, en 'First Dates': "Necesito que el hombre que esté conmigo sea un perro arrastrado a mis pies"

  • Johny, su cita en el programa, se dejó llevar en la cena, pero al final no conquistó a la granadina.
  • Mientras que él buscaba "orgasmos emocionales", ella los prefería "físicos".
Johny y Marisa, en 'First Dates'.
Johny y Marisa, en 'First Dates'.
CUATRO
Johny y Marisa, en 'First Dates'.

First Dates ya tiene acostumbrados a los espectadores sobre la peculiaridad de los comensales que visitan el restaurante de Cuatro. Pero la cita de este lunes entre Marisa y Johny se sitúa entre las más raras que se han podido ver hasta ahora en el local regentado por Carlos Sobera.

La granadina fue la primera en llegar, y se definió como una mujer "libre, porque soy rara y estrambótica, no me importa lo que la gente piense". Sobre sus gustos, le comentó a Sobera que "me gustan los hombres femeninos. Que se vistan de mujer y sumisos, porque soy bastante dominante", recalcó la artista. Tras dejar muy sorprendido al presentador con esta afirmación, Marisa añadió que su cita tendría que "ser un tío solo para mí, yo no soy fiel, soy leal y necesito que el tío que esté conmigo sea un perro arrastrado a mis pies".

Entonces llegó Johny, que se quedó un poco extrañado cuando Sobera le preguntó, nada más entrar en el local, si era sumiso. "No, para nada", le contestó. "Soy muy pasional; sexual, casi animal; pero muy sensible", añadió. Pero a la granadina, el camarero de Huelva le pareció "muy poquita cosa. A mí me gustan los hombres grandes y fuertes. Físicamente, no voy a tener ni por dónde empezar con él", admitió.

Justo antes de irse a la mesa para cenar, Johny le pidió un abrazo a Marisa, y esta se lo dio y le dijo que le gustaba porque creía mucho en las energías. Al separarse, el onubense intentó limpiarle una mancha de la chaqueta a ella, que le contestó: "No te preocupes, un pollito me ha cagado en el hombro y no lo he limpiado. Porque yo crío pollitos entre mis pechos y luego los dejo libres por mi casa".

Durante la cena, Marisa intentó dominar a Johny en la conversación y los temas. El camarero le contó que "a mis 45 años me he dado cuenta de que yo busco orgasmos emocionales", a lo que la artista respondió que prefería los físicos. También hablaron sobre sus fantasías sexuales: "Yo he cumplido todas las fantasías que se me han pasado por la cabeza. Y la que se me ocurre ahora es darte de comer, aunque a lo mejor te sientes humillado", le dijo Marisa. Él se dejó dar de comer, aunque la dijo que "me tratas como un bebé".

La granadina admitió que estaba "tanteando el terreno para ver si es verdad que se deja humillar, y él ha aceptado. Esto era una prueba, y además he ganado puntos por hacerlo delante de todo el mundo". El siguiente tema fue la política, donde Marisa se declaró "muy de derechas", y donde Johny no se mojó, pero le contestó: "Me pone que seas tan radical".

Tras varios tira y afloja más, llegó el momento de decidir si se volverían a ver o no. Ninguno quiso una segunda cita, pero Johny, crecido, le dijo que "seguro que voy a quedar contigo para follar", a lo que Marisa contestó, sin embargo, que no se volverían a ver.

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