Los vecinos más ricos de la provincia viven en Cájar. Los 4.300 habitantes de esta pequeña población del extrarradio granadino tienen la renta media más alta, 20.466 euros por persona al año (según los ingresos que declararon a Hacienda hace dos años, últimos datos disponibles).

Por su parte, los más pobres son los de Gorafe, un municipio aún más pequeño, de apenas 500 vecinos, al noreste de la provincia. Sus ingresos medios por persona ni siquiera llegan a los 6.000 euros (en concreto, 5.928).  Es decir, la riqueza de Cájar, localidad dormitorio de la capital, con abundancia de chalés y adosados, es más del triple que la de Gorafe, un diminuto pueblo rodeado de montañas en una zona del interior casi desértica.

Las diferencias de renta entre las diferentes comarcas y zonas de la provincia no son aisladas. El promedio de la provincia se sitúa en 15.000 euros por persona y año. Pero fuera del área metropolitana no hay ninguna localidad que supere la media, ni siquiera las dos grandes ciudades de la Costa, Motril y Almuñécar.

La provincia presenta un desigual reparto de su riqueza, que se concentra en la capital y la treintena de municipios del extrarradio. La segunda población en renta, tras Cájar, es Gójar (20.023 euros), otra localidad del cinturón plagada de urbanizaciones de chalés.

Son los dos únicos pueblos que superan los 20.000 euros y que tienen más ingresos por habitante que la capital, tercera ciudad más rica, con 19.937 euros por habitante al año.

Desigual reparto de la renta

Las diferencias de renta entre los pueblos de la provincia resulta abismal. Si en el área metropolitana lo habitual es que la mayoría de localidades superen los 15.000 euros de ingresos por vecino, en el lado opuesto hay una veintena de pueblos que no llegan ni a la mitad de esa cifra. Muchos de ellos son núcleos muy pequeños, de la Alpujarra y de otras zonas del interior, con una economía prácticamente de subsistencia.