Casarse como Dios manda en nuestra ciudad puede llegar a costar hasta 300 euros, según la parroquia. Aunque hay unos precios fijos para cada provincia eclesiástica, la realidad es que hay algunos templos que están considerados turísticos en los que los precios son algo más elevados de lo establecido.

Su tradición, ubicación especial o recursos (música de órgano en directo, aparcamiento, adornos florales, etc.) justifican esta subida. Es lo que fuentes del Obispado denominan una celebración «de lujo». El precio de una boda por la Iglesia en Granada oscila entre los 170 euros que hay pagar en la parroquia de Santo Domingo y los 300 de San Justo y San Pastor y San Juan de Dios, las dos más caras. En esta última, este dinero tiene un fin altruista, ya que sirve para costear su comedor social. En algunos templos, como el de Santa Ana, es necesario abonar 50 euros al reservar la fecha. En las parroquias menos conocidas, como la de San Ildefonso, piden «la voluntad».

Sin embargo, ninguno de los templos consultados por 20 minutos pide la tarifa establecida para nuestra provincia: 125 euros. Porque cada sacramento tiene un precio fijo. Los bautizos, 30 euros; las exequias, 75; y los recordatorios de funeral, 25, según el decreto sobre estipendio, ofrendas y tasas.

No obstante, esta cantidad es sólo una pequeña parte del dinero que suelen desembolsar las parejas que  contraen matrimonio. Porque toda la boda puede llegar a costar entre 20.000 y 35.000 euros: algo más de la mitad del presupuesto se lo lleva el banquete nupcial.

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La religión manda

Aunque han bajado en los últimos años, las uniones religiosas siguen mandando. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2006 (últimos datos disponibles), el 63% de las 1.063 bodas que hubo en la capital granadina se celebraron bajo los preceptos de la religión católica. En 2002 suponían el 71%.