Sin embargo, estas 55 muertes, sitúan a Canarias a la cabeza de las comunidades en fallecimientos por ahogamientos en 2018, englobando el 14,8 por ciento de las 372 personas que perdieron la vida ahogados en España (109 víctimas mortales menos que en 2017).
Por provincias, la de Las Palmas registró 28 muertes menos que el año anterior (34 frente a 62) y la de Santa Cruz de Tenerife diez menos (21 frente a 31), si bien se registraron descensos en todas las islas durante el año pasado: catorce en Gran Canaria (20 frente a 34 en 2017), doce en Fuerteventura (7 frente a 19), cinco en Tenerife (18 frente a 23), dos en Lanzarote (7 frente a 9), La Palma (2 frente a 4) y La Gomera (0 frente a 2) y uno en El Hierro (1 frente a 2).
Por sexo, la mayoría de las personas muertas por ahogamiento en un espacio acuático del archipiélago fueron hombres (85,5%) y de nacionalidad española (45%), aunque con casi igual porcentaje de extranjeros de procedencia europea, el 42 por ciento.
En lo que se refiere a la edad, el grupo más afectado fue el de 75 años y más, con un 20 por ciento, y el lugar donde más sucesos mortales se produjeron fueron las playas, con un 69 por ciento de los casos.
Asimismo octubre se situó como el mes que más fallecidos registró, con nueve, mientras que los que menos fueron mayo, con uno, así como
febrero, abril y noviembre, con dos en cada uno, y en el 75 por ciento de los incidentes mortales no había servicio de vigilancia.
La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, a falta de cerrar el estudio, ha considerado que el retraso en el comienzo del uso de los espacios acuáticos está relacionado con el "mal tiempo que se prolongó durante los primeros meses del año, incluidas las vacaciones de Semana Santa".
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