El exconseller de Cultura y actual director internacional de Proyectos Culturales de la Generalitat, Lluís Puig, cree que las palabras de denuncia del escritor Marc Artigau sobre la existencia de "presos políticos" y un Gobierno "legítimo" en el exilio son "de una altísima dignidad".

Puig pide "no caer al normalizar la situación" en Cataluña y carga contra el candidato a la alcaldía de Barcelona Manuel Valls por su indignación ante las palabras de Artigau.

"Si a algún señor le molesta lo que se puede decir porque no soporta la libertad de expresión que se levante y se vaya a cenar en casa y que calle, por decencia, por vergüenza", afirma el exconsller de Cultura sobre la reacción de Valls.

"Esta noche yo he sentido tristeza, rabia y vergüenza después de este discurso y de esta demagogia... pobre Josep Pla.. Basta!", pió Valls después del discurso del escritor al recoger el premio Pla por su novela 'La vigilia'. Según algunos testigos, durante la entrega del galardón Valls también dijo a la delegada del gobierno español, Teresa Cunillera: "¿Cómo permites esto?".

En declaraciones a la ACN, Puig recuerda a Valls que ha sido representante político en Francia, "un país donde el lema es Fraternidad, Libertad, Igualdad y Justicia". "Si se ha olvidado de esto, yo no lo quiero en mi país", asegura el exconseller en el exilio.

El director internacional de Proyectos Culturales de la Generalitat explica que durante la primera etapa en el cargo se coordinaron las acciones culturales que ya existían mientras que el objetivo de los primeros meses del 2019 es detectar cuáles son las "carencias". "Nos centramos en asear y unificar las acciones culturales internacionales del departamento y reagrupar las redes internacionales de las cuales formaba parte", dice.

"Sin casi saberlo nosotros, el departamento de Cultura ya forma parte de más de 50 redes internacionales, ahora se puede dimensionar mucho más lo que está haciendo", añade. Sobre las carencias que hay que trabajar, Puig apunta, por ejemplo, la necesidad de formar parte de redes internacionales importantes y "más coordinación" en red asociativa con las entidades catalanas en el extranjero más allá de los casales.

Según relata, cada lunes participa de forma telemática en la reunión del consejo de dirección del departamento. A pesar de que admite que es una situación "rarísima", matiza que el trabajo y coordinación con la consellera Laura Borràs "no es tanto que haya de haber un mando bicéfalo" sino que se trata de una "dualidad" en el marco de una relación "muy estable".

"La consellera está presente en muchos actos y yo procuro estar presente en otros, a través de Skype o videos pregrabados", dice, destacando que si bien es una situación "anómala" hace que puedan "casi duplicar" esta parte de trabajo. Precisamente este miércoles Borràs estará en Bruselas, donde se reunirá con Puig para abordar las nuevas líneas del plan del departamento.

Puig afirma que quiere "entenderse con todo el mundo" menos con aquellos que aplicaron el 155 y no se han retractado. "Del PSC hacia la derecha son los que tienen nuestros compañeros en la prisión, yo no podría sentarme a la mesa con esta gente, no podría", señala. Admite que a pesar de que no puede "olvidar" sí que puede "perdonar a partir de un cambio de actitud". Un cambio que, según él, no se ha producido: "Ahora mismo no son dignos ni de mirarles a la cara".

En este sentido, si bien admite que puede haber "diferentes puntos de vista", mantiene que la posición del PDeCAT "es muy firme" y "lo será". "Una cosa es que ayudáramos a derrocar al gobierno de Rajoy y la otra pensar que regalaremos un presupuesto a Sánchez para que siga diciendo que la justicia es imparcial. No tiene ningún sentido", argumenta.

El exconsller de Cultura y miembro de la comisión encargada de encontrar el encaje del PDeCAT y La Crida, se muestra "seguro" de que la relación entre las dos formaciones "irá bien". Vaticina que el PDeCAT "seguirá siendo un partido que ocupará un espectro importante de la sociedad de Cataluña" y que "aquellos que quieran formar parte del PDeCAT y La Crida" lo podrán hacer. "En cada convocatoria electoral se podrá llegar a los acuerdos que convenga", dice a pocos días antes de que se reúna la dirección ejecutiva del PDeCAT en Waterloo el próximo día 14.

Sobre la posible fórmula o el nombre de cara a las elecciones europeas, Puig reconoce que no sabe "como se tiene que ir". "Sabemos que había un hipotético bloque donde podíamos ir, que es con BNG, Bildu y ERC, y sabemos que en este bloque no nos quiern, por lo tanto se tendrá que hacer otro bloque", lamenta. Según él, una lista unitaria "suma más", especialmente en los comicios europeos en que la circunscripción única es todo el Estado español. "Yo no me cansaré de pedirla", concluye.

Uno de los propósitos de los miembros del Gobierno de Puigdemont en el exilio es la internacionalización del juicio del 1-O. Según explica Puig, la idea es que diferentes abogados de prestigio internacional puedan tener un seguimiento "máximo" del día a día del juicio. "Solo hacer que conocidos juristas internacionales vean las 'barrabasadas' que se tendrán que hacer o decir en el juicio ya le tendría que hacer caer la cara de vergüenza a alguien", dice.

Denuncia que en la fase actual de la causa se han saltado "procedimientos y garantías" por parte del mundo jurídico y de políticos. "Por lo tanto, nuestra tarea será ampliar, amplificar, lo que pase en el día a día de este juicio a las más altas instancias internacionales", concluye. Puig admite que desconoce si se permitirá o no que haya observadores internacionales pero confía en que sea así. "Lo que pase dentro de la sala se sabrá por vergüenza de algunos que dentro de unos años tendrán que agachar la cara", indica.

El pasado sábado Puig apareció públicamente por primera vez desde que se exilió a Bélgica en un acto en la Cataluña Norte, en Perpiñán. Según explica, la participación en el acto del Consejo por la República (CpR) no fue una decisión que tomara solo sino que fue consensuada en el seno del CpR. "Todos vamos a estar de acuerdo en que evidentemente era un reto, que teníamos que romper aquel caparazón de huevo en un momento dado", dice sobre pisar un territorio francés tan próximo en Cataluña.

"Sabemos los riesgos que hay y los que no y tenemos que procurar hacer estos viajes", apunta, indicando que hay que "arriesgar". "Estamos muy cómodos en Bruselas y a Waterloo [...] pero no podemos olvidar que tenemos que seguir explicando a más países de Europa cual es nuestra situación y la situación a la que se enfrentará la otra parte del gobierno encarcelada desde hace unos meses espantosos", asevera. Así, afirma que habrá más viajes como este. " Faltan muchos. ¿No son 28 países en la UE? Nos faltan y estamos trabajando, habrá", insiste.

Sobre el Consell, Puig asegura que al registro ciudadano se han apuntado cerca de 55.000 personas, y que irán "a más". "Sabemos que no pararemos de hacerla crecer", dice sobre la cifra, que asegura que es "el rodaje inicial" y que valora positivamente teniendo en cuenta que "no se ha hecho ninguna campaña ni se ha destinado un euro de publicidad".

Sin embargo, reconoce que el ritmo de trabajo de la entidad es "lento". Por un lado, por la complejidad de las tecnologías que se están desarrollando pero también por los recursos con los que cuentan. Además, destaca que se está pensando "en la máxima amplitud" de sensibilidades para que se integren también Òmnium, la CUP y "alguien del entorno" de Cataluña Sí Que Es Pot, ICV o Podemos.