La Diputación de Vizcaya abrirá a lo largo de este año un piso para acoger a menores que agreden a sus padres. La casa tendrá capacidad para 12 chavales, y será de carácter educativo. En ésta, convivirán durante periodos de 6 meses a un año adolescentes que participarán en programas educativos con educadores, psicólogos... No es un centro de castigo; el objetivo es que estos chavales puedan volver a convivir con sus familias, o emanciparse normalizadamente.

Así lo explica el diputado de Acción Social, Juan María Aburto. La respuesta de la institución foral llega tras la alarma social creada por este tipo de violencia doméstica.

La Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial de Vizcaya registró en 2007 un total de 51 denuncias por maltrato de hijos menores de edad a sus padres.

Son el doble que en 2004, cuando se recogieron 21 expedientes. La tendencia es ascendente. En 2006, hubo un pico con 58 casos.

Guipúzcoa ya tiene un piso como éste, donde conviven ocho adolescentes que agreden a sus padres.

Eso sí, los expertos advierten de que las agresiones de hijos a padres no llegan de la noche a la mañana. Insisten en ejercer la autoridad sobre los hijos desde la infancia y cortar estos desmanes antes de que sea demasiado tarde.