Cientos de pacientes alicantinos se encontraron ayer con que faltaba su médico al acudir a un centro sanitario y tendrán que ir otro día a la consulta. Aunque resultó imposible evaluar con precisión la huelga, por la disparidad de cifras entre la Conselleria de Sanidad y los sindicatos médicos, en algunos casos, como San Blas de Alicante y Altabix (Elche), no había ni un solo profesional.Un 80% en primaria secundó la huelga, un 65% en especializada y un 50% de los internos y residentes, para exigir refuerzos y salarios equiparables a los de otras autonomías, según la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), entidad convocante. Los inspectores sanitarios se sumaron masivamente a la protesta.