Solo el 1% de los taxis de Barcelona son adaptados para personas con movilidad reducida. Existe actualmente una flota de 91 taxis adaptados frente a las 10.522 licencias para taxis contabilizadas en la capital catalana a fecha del pasado 15 de enero y según cálculos del Institut Metropolità del Taxi (IMET). La mayor flota adaptada la gestiona Taxi Amic.

En 2009, hace una década, y con una flota total ya entonces de 10.500 vehículos, había en Barcelona 76 taxis adaptados, únicamente 24 menos que a fecha de hoy.

Esta escasez la ha puesto de manifiesto recientemente la Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, y el líder del PPC en el Ajuntament, Alberto Fernández.

El colectivo de taxistas estima que la ciudad necesita de 400 a 500 taxis de estas características, el 5%, lo que evitaría situaciones como la se dieron en la Navidad pasada: que casi el centenar de taxis adaptados estuvieran ya reservados (se pueden pedir por anticipado) y hubiera más demanda del servicio que oferta.

Estos vehículos cuestan más que los coches tipo que suelen preferir los taxistas, por las dimensiones necesarias y la adaptación. Su precio ronda los 35.000 euros, a los que hay que añadir 8.000 euros más para su acondicionamiento vía ITV. Normalmente pueden acoger rampa, una silla de ruedas y respaldo para la cabeza del viajero. Esto supone, en consecuencia, un gran desembolso por parte del taxista.

De ahí, que desde sectores del taxi como la Agrupació Taxi Companys pidan a las administraciones que subvencionen la tenencia de estos vehículos, al igual que hacen otras ciudades españolas.

En el caso de la capital, Madrid, la Comunidad de Madrid subvenciona con 6.000 euros la adaptación de estos coches y el Ayuntamiento de Madrid aporta 1.800 euros más de ayudas económicas.

El Consistorio barcelonés estudia medidas para poder incentivar este servicio en el taxi y también añadirlo a las aplicaciones de uso habitual de los clientes.

Ismael Tovar, taxista y afiliado al Sindicat del Taxi de Catalunya (STAC), comenta a este diario que muchos conductores son reacios a adaptar sus vehículos por la falta de ayudas para cambiar de coche y para adaptarlo.

Rudesindo Izaguerri, presidente de Taxi Amic, emisora totalmente adaptada con 80 vehículos en su flota, añade que están buscando taxistas para trabajar con ellos pero que no es fácil. Como requisitos, piden que sean chóferes sensibles al tipo de usuarios a los que atienden y con una alta disponibilidad horaria.

Admite que faltan taxis adaptados principalmente por su alto coste y reclama que las tarifas que se cobran a los clientes "se actualicen" porque han quedado desfasadas. Las tarifas las marca cada ayuntamiento y algunos sectores exigen "unificarlas". 

Ahora mismo, solo el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) cuenta con un servicio público de transporte especial para personas con movilidad reducida pero este solo se puede solicitar cuando no hay oferta de transporte público regular adaptado en la ruta que realiza el usuario.

El transporte de taxi adaptado establece que los ayuntamientos españoles han de promover que, al menos un 5% de las licencias de taxi, correspondan a vehículos adaptados.

Estos han de prestar servicio prioritario a personas con discapacidad, según el real decreto 1544/2007 del 23 de noviembre.

El Observatori de la Discapacidad Física calcula que solo el 26% de los municipios de más de 50.000 habitantes del Estado tienen un 5% o más de taxis accesibles frente a un 74% que no cumplen este porcentaje mínimo.

El pleno del Consell Metropolità de Barcelona aprobó que, a partir del pasado 1 de enero de 2019, no se autorizarán nuevos taxis con motorización diesel, salvo los vehículos adaptados al transporte de personas con movilidad reducida.

Para el sector, la oferta de vehículos que no sean diesel es "muy escasa" por lo que prevén problemas para cambiar los vehículos y piden una moratoria de al menos un año.