Los datos que maneja la adjudicataria del servicio de la limpieza de Alicante, Inusa, reflejan un incremento del gasto por este tipo de actividades respecto a 2006, gasto al que el Ayuntamiento tuvo que hacer frente.

Así, de las 7.757 papeleras ubicadas en la ciudad el pasado año, 1.352 se rompieron o quedaron inutilizadas por actos vandálicos. Su reposición supuso un coste para el Consistorio de 93.443 euros. A ello se suma que 6.710 papeleras tuvieran que ser repintadas por las pintadas y grafitis que en ellas había, lo que supuso un coste de 61.246 euros.

Estas cifras superan a las de 2006, cuando de las 7.615 papeleras existentes en la ciudad, 1.229 fueron rotas -lo que se traduce en un coste de 89.948,48 euros- y 6.100 debieron ser repintadas al estar manchadas con grafitis -con un coste de unos 60.000 euros-.

Contenedores quemados

Los vándalos se cebaron el pasado año con los contenedores, especialmente con los de carga lateral, mucho más caros que los de carga trasera. Así, en 2007 se quemaron 39 contenedores de carga lateral, cuya reposición supuso un coste de 42.284,97 euros, a 1.084,23 euros cada uno, según el informe de Inusa. En 2006, sin embargo, se quemó sólo un contenedor de estas características, con lo que el gasto fue de 1.084,23 euros.

Respecto a los contenedores de carga trasera, se quemaron 55, y su reposición supuso un coste de 11.569 euros, 210,35 euros cada uno. Un año antes se habían quemado 261 contenedores de este tipo, con un coste de 54.902 euros.

Desde la concesionaria del servicio de limpieza recordaron que el Ayuntamiento prepara una nueva ordenanza municipal que prevé endurecer de forma importante las sanciones por actos vandálicos contra el mobiliario público.