La metrópoli Barcelona exige soluciones a largo plazo para conservar las playas

  • La erosión y pérdida de arena en las playas metropolitanas requiere de soluciones a largo plazo acordadas entre las diferentes administraciones involucradas.
Los temporales destruyeron las infraestructuras y socavaron gran parte de la playa de Can Tano, en Montgat.
Los temporales destruyeron las infraestructuras y socavaron gran parte de la playa de Can Tano, en Montgat.
J. P. CHUET MISSÉ
Los temporales destruyeron las infraestructuras y socavaron gran parte de la playa de Can Tano, en Montgat.

El área metropolitana de Barcelona cuenta con un litoral marítimo de 25 kilómetros, pero esta extensión, altamente valorada por sus usuarios y que son el parque público más importante de la región, afronta el problema de la periódica pérdida de arena por el incremento de los temporales, el mayor oleaje y otros fenómenos naturales.

La regeneración por medio de la colocación de miles de metros cúbicos de arena es una salida temporal, que puede servir para que en la próxima temporada haya playas que puedan disfrutar los residentes y turistas, pero este ecosistema requiere de soluciones a largo plazo y con la actuación conjunta de las administraciones.

"No podremos evitar la regresión de las playas, pero necesitamos minimizarla", indica Jordi Bordanove, coordinador de Serveis de Promoció i Conservació del AMB.

Este ente supramunicipal mantiene conversaciones con los diferentes organismos involucrados en la gestión global de las playas, como la demarcación de Costas de Cataluña (del Ministerio para la Transición Energética), el Departament de Territori de la Generalitat, los consorcios del Delta del Llobregat y el Delta del Besòs, el Port de Barcelona, universidades, el Institut de Ciències del Mar (CSIC) y los ocho ayuntamientos que cuentan con litoral mediterráneo.

El objetivo es consensuar un "futuro plan de estabilización" de las costas, indica este coordinador, lo que implica que "los diferentes agentes implicados trabajemos para solucionar el problema de la regresión" de las playas.

Perjuicios en las playas

A lo largo de los siglos, y sobre todo en las últimas décadas, las ciudades costeras del área metropolitana conquistaron terreno al Mediterráneo. "Pero el mar siempre busca su camino", apunta Bordanove.

Así es que en el último año unas 16 playas sufrieron graves casos de erosión: en Montgat se perdió casi toda la arena de las playas de Toldos y Monsolís, con problemas similares en Les Roques y Can Tano.

En Barcelona, los restaurantes de la Barceloneta tienen que colocar sacos de arena para evitar que las olas invadan los locales. En Badalona un solo temporal arruinó la playa de Barca Maria y también se registraron grandes pérdidas en las playas de la Estació, Patins a vela y Pescadors.

En El Prat, la playa naturista desaparece cuando hay oleaje fuerte, y gran parte de los 100.000 metros cúbicos de arena que recibió la de Can Camins en julio desaparecieron a los pocos meses.

Los espacios de Viladecans, Gavà y Castelldefels también sufren problemas periódicos de pérdida de arena. La excepción es Sant Adrià de Besòs, que al estar situado en la desembocadura de este río incrementa sus playas por la acumulación de sedimentos.

Los problemas del cambio climático

El panorama se agrava con las situaciones creadas por el cambio climático: "los temporales son más frecuentes,  las olas son más altas y cambia la dirección de los vientos más fuertes", describe Daniel Palacios, técnico de playas del AMB. Esto lleva a que cambie la morfología de las playas. Además cabe señalar que el nivel del mar "se incrementó de 3 a 6 milímetros", agrega Bordanove.

"En 30 o 40 años las playas serán un lujo, porque su mantenimiento es muy costoso", señala Jorge Guillén, investigador del Institut de Ciències del Mar. "La regeneración de arena no es una solución al problema, porque además tenemos un balance sedimentario negativo", indica este científico.

Para resistir estos embates climáticos, las playas tendrían que tener una extensión de 25 metros, indican los técnicos del AMB. Pero las acciones no se pueden dar de forma uniforme, sino "playa por playa", señala Bordanove.

A grandes rasgos, las del norte se caracterizan por tener una arena más gruesa y poco espacio entre los límites de la ciudad y el mar.

En cambio las del sur son de arena más fina, y con una mayor extensión entre los equipamientos y las zonas urbanizadas y la línea de costa.

Acciones desde el AMB

La regeneración de las playas es competencia del Ministerio para la Transición Energética, pero el AMB realiza acciones para ayudar a conservar estos espacios.

En las del sur, como en Gavà, Viladecans y Castelldefels, este organismo se encuentra en la quinta etapa del proyecto de dunas híbridas.

En esta fase se refuerzan las dunas existentes y se crean nuevas, en donde se plantan especies endémicas y se elimina la vegetación invasora. Esto permite "mejorar la biodiversidad y la protección de las playas", señala Palacios, quien describe que estas formaciones tienen una utilidad más efectiva que un muro de hormigón, porque absorben la energía de las olas.

Otra gestión del AMB es la instalación de ocho arrecifes artificiales de hormigón que también mejorarán la biodiversidad del fondo marino, que es perjudicada por la extracción periódica de arena para la regeneración de las playas.

Alto nivel de aprobación en las playas

Los servicios de las playas del área metropolitana tienen un alto nivel de aprobación entre sus usuarios.

1. Las playas del área metropolitana de Barcelona han obtenido una calificación de 7,73 puntos sobre un total de 10, la segunda puntuación más alta de la última década.

2. Los servicios más valorados son los accesos, la tranquilidad, el valor paisajístico y la proximidad a los núcleos urbanos y transportes.

3. Los puntos con menor calificación son el estado de los lavabos, la limpieza del agua y la arena y la seguridad.

4. 8,32 millones de personas disfrutaron de las playas durante la última temporada, un 20% menos que el año pasado.

5. Debido a la menor concurrencia pero también gracias a las campañas de concienciación, la generación de residuos disminuyó un 27% en dos años.

6. Entre las causas de la caída de usuarios se encuentran la mayor cantidad de días con mal tiempo y oleaje fuerte, la disminución de espacios por la pérdida de metros cúbicos de arena, y también la posibilidad que tuvieron muchos residentes de pasar sus vacaciones en otros destinos.

7. El AMB tiene a su cargo el mantenimiento de las infraestructuras de las playas. En el año han construido 200 accesos, 360 duchas y limpia pies, 11 kilómetros de senderos de madera, y se instalaron numerosos juegos infantiles y deportivos, y contenedores para clasificar los residuos.

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