De este modo, según ha informado la FOE en una nota de prensa, la organización empresarial coincide con Onucoop, -que engloba a cooperativas que cultivan prácticamente el cien por cien de la vid en la Reserva de la Biosfera de Doñana-, sobre su importancia dado que dicho cultivo aglutina funciones y valores que superan "con mucho su papel" como productor agrícola.

Así, han destacado que se trata de "un cultivo unificador, cohesionador en el plano de las relaciones familiares y territoriales y forma parte de la columna vertebral de un espacio que quiere ser referente nacional y europeo de la práctica eficiente de la sostenibilidad". Además, "permite mantener vivas prácticas agrícolas tradicionales, muchas de ellas hoy en riesgo de desaparición", han indicado.

La FOE y Onucoop centrarán sus esfuerzos en dos vías de actuación: por un lado, buscar el reconocimiento de la importancia del mantenimiento y el crecimiento del cultivo tradicional del viñedo y que dicho reconocimiento se traduzca en ayudas directas al agricultor; y, por otro, el poner en valor comercialmente la calidad y singularidad de vinos y vinagres que son "elementos fundamentales en la tradición gastronómica comarcal y suponen beneficios para la salud y calidad de vida".

Así, con tal objetivo, se podrán en marcha acciones para movilizar a las instituciones en aras a cubrir las nuevas funciones de la agricultura, entre ellas la salvaguarda de los valores naturales, paisajísticos y culturales. Se considera en este sentido que esa multifuncionalidad es el "auténtico argumento" para defender las ayudas comunitarias de muchos agrosistemas "poco adaptados a la competitividad de los mercados, entre los que cabe citar el valor medioambiental de los viñedos de Doñana".