Así lo ha indicado este lunes en una nota la concejala socialista María Isabel Lorite, tras visitar el inmueble. Se trata de una casa de dos pisos, en la que Juan Francisco Castillo, de 63 años, reside desde hace más de 20 años. Fue hace unos cinco cuando comenzó a detectar humedades que del patio fueron pasando progresivamente a la segunda planta del edificio y de ahí hasta la parte baja.

"Me puse en contacto con el Ayuntamiento, el anterior alcalde, Fernández de Moya, me mandó a dos concejales, entre ellos el que ahora es alcalde, Javier Márquez, me dijeron que el problema era por un venero y ya nunca más se supo", ha explicado el vecino, quien ha insistido en que el olor de las filtraciones es el propio de aguas fecales.

Al hilo, ha manifestado que "la calle no tiene tragonas, las madres comunes se rompen" y cada vez que llueve se pasa "horas recogiendo el agua que entra por el patio y sale por la calle.

"Tengo ambientadores por todos lados por el mal olor, hemos tenido que cerrar habitaciones porque se nos caen las paredes y cambiar la instalación eléctrica porque con la humedad se va la luz. Aqualia conoce esta situación desde hace cinco años y no me dan ninguna solución", ha asegurado.

Lorite, por su parte, ha reclamado al alcalde una solución para la situación de Juan Francisco Castillo acometiendo una obra de emergencia que frene las filtraciones de agua a su casa. A su juicio, al tratarse de un problema "ajeno a su casa", que durante 15 años no había tenido problemas de humedades, el Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto al menos proporcionándole una vivienda de realojo para él y su mujer.