El Ajuntament de Barcelona ha hecho balance este lunes del plan de choque contra los narcopisos del Raval y el consumo de drogas en estas viviendas y en la vía pública. En lo que llevamos de 2018, la Guàrdia Urbana, en colaboración con los Mossos d'Esquadra, ha intervenido en más de 100 locales y pisos usados como puntos de venta de droga en el distrito de Ciutat Vella.

El 70% de estas viviendas han sido recuperadas para sus propietarios aunque solo 34 las han cedido a la bolsa de alquiler municipal. Y de los 70 emplazamientos que se usaban como narcopisos activos al inicio de este plan de lucha contra la venta de drogas se ha pasado a una veintena que actualmente prosiguen con esta actividad, según ha confirmado este lunes Benito Granados, intendente de la Guàrdia Urbana del distrito.

En los últimos dos años, se han efectuado 147 entradas en pisos y locales donde se sospechaba que se traficaba con droga y se han detenido a 201 personas, de las que 32 han sido encarceladas. En julio de este año se habían detenido a casi 100 captadores que trabajaban en la vía pública con el fin de atraer a consumidores.

En cuanto a las asociaciones cannábicas, hay contabilizadas 34 legales (de las que dos han sido precintadas, otras dos han cambiado de actividad y una ha cerrado) y el Ajuntament ha clausurado entre 2017 y 2018 un total de 63 asociaciones ilegales, 22 de ellas este mismo año. 

De marzo a noviembre de este año, la Urbana ha detenido o investigado a 401 personas por delitos relacionados con  robos y hurtos y ha confiscado sustancias estupefacientes a 344. También se han requisado en la calle un total de 32 armas blancas a personas que se encontraban cerca de narcopisos. Además se han tramitado más de un millar de denuncias administrativas por incumplimientos en materia de ordenanzas. 

La regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, ha descartado un repunte de consumidores de drogas en la ciudad pero sí que ha admitido que se ha producido un trasvase de drogodependientes hacia el distrito. Con todo y con ello, indican que mientras en 2004 se recogían en las calles de toda la ciudad 154.000 jeringuillas, en 2017 se retiraron 27.000. Los Mossos localizaron en el verano de 2017 unas 2.000 jeringuillas en la calle y este verano unas 1.500.

Según publicó 20minutos.es el pasado 30 de noviembre, el último informe anual de la Agència de Salut Pública de Barcelona señala que las jeringas recogidas en las calles de Barcelona aumentan. En 2017 fueron 30.949, un 27,4% más que el año anterior (24.297).

Ciutat Vella ha pasado de tener una decena de educadores en verano de 2016 a 23 en la actualidad. El CAS (Centre d'Atenció i Seguiment) Baluard se trasladó en octubre a la avenida Drassanes y ha incrementado la plantilla en un 22,5%, de 40 a 49 trabajadores.

Las instalaciones también se han visto ampliadas y ahora pueden atender a un 30% más de pacientes. Su horario ha pasado de ser de las 7 de la mañana a medianoche.