Afganistán vive otra jornada sangrienta

Un ataque suicida contra un convoy canadiense acabó ayer con la vida de 35 civiles en la localidad de Spin Boldak, limítrofe con Pakistán, situada en la provincia sureña de Kandahar. El ataque se produjo tan sólo un día después de que Afganistán registrara el atentado más sangriento desde la caída del régimen talibán, en 2001, en el que murieron más de 100 personas. Según un portavoz del gobernador de la región, el ataque iba dirigido contra un soldado que viajaba en un convoy canadiense y que resultó herido.
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