En 2007 las calles de la ciudad registraron un total de 181 siniestros con un ciclomotor o una moto implicados. Y este año no empieza mucho mejor. De hecho, ya hay que lamentar la muerte de un motorista, el pasado 31 de enero (un policía local que fue arrollado por un coche en A Zapateira).

Con este trágico suceso en el primer mes del año ya se iguala el balance de víctimas mortales de accidentes de tráfico de todo 2007.

Aunque en el caso del agente del 092 éste circulaba en una motocicleta, son los ciclomotores los que más siniestros protagonizan: el 57%. Eso sí, cada vez menos. Porque en 2007 los conductores de ciclomotores sufrieron menos accidentes que el año anterior.

Un descenso que coincide con el plan de choque de la Policía Local, que intensificó los controles de motos para reducir la siniestralidad. La vigilancia se centró en cruces, rotondas y las principales avenidas para evitar imprudencias, excesos de velocidad y la ausencia del casco.

En contrapartida con el descenso de accidentes de ciclomotores, aumentaron los de motos (de 74 a 78), por lo que el 092 mantendrá los controles.

Tanto en un caso como en otro, la mayoría de los accidentes fueron choques con turismos. El herido, el motorista. Y su perfil: hombre de 20 años o menos.

En primera persona

Francisco Ruiz. Motorista.

«No hay respeto»

«Es una convivencia difícil». Lo dice uno que apostó por la moto para circular por la ciudad. Francisco Ruiz asegura que la culpa de los accidentes es de todos: «Por lo general, ni los moteros respetan a los coches ni los coches a los moteros». Apuntilla, sin embargo, que «todos los motoristas no son iguales».

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