Amigo del hombre, enemigo del veneno

Un agente de Medio Ambiente, con uno de los perros adiestrados para detectar cebos envenenados, ayer, en un paraje natural de Málaga.(Álvaro Cabrera)
Un agente de Medio Ambiente, con uno de los perros adiestrados para detectar cebos envenenados, ayer, en un paraje natural de Málaga.(Álvaro Cabrera)
Un agente de Medio Ambiente, con uno de los perros adiestrados para detectar cebos envenenados, ayer, en un paraje natural de Málaga.(Álvaro Cabrera)
Los cebos envenenados son las minas antipersona de la fauna: ilegales, no discriminan entre sus víctimas y permanecen largo tiempo donde son depositadas. Se trata de trozos de carne e incluso dulces que albergan un producto mortal en su interior. Es una práctica centenaria para proteger al ganado de depredadores. Entre 2000 y 2007, unos 200 animales han perecido en estas trampas en la provincia. Durante el año pasado, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta trasladó a la Fiscalía 17 casos de cebos envenenados. Se produjeron dos detenciones. Las penas de cárcel oscilan entre los seis meses y los dos años. La multa llega a los 250.000 euros, indica el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo. En Andalucía hay 12 perros adiestrados especialmente para rastrear cebos con veneno. «Al detectar uno se sientan y ladran», explica Trillo. Tras el hallazgo, comienzan las pesquisas. Se investiga al dueño de la finca, los pastores, ganaderos y vecinos hasta cerrar el cerco.
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