El botellón coruñés ha pasado de reunión para beber a batalla campal. Así lo denuncian los vecinos afectados por las consecuencias de la movida nocturna, que aseguran que el fenómeno se ha desmadrado y que ahora, como mínimo, se registran unos diez altercados cada fin de semana, sobre todo en zonas como la plaza del Humor, el Orzán o la zona de Santa Catalina (donde el pasado sábado varios jóvenes entraron en un edificio).

Explican los afectados que hace un año estas agresiones eran anecdóticas, como mucho cinco por semana. Pero ahora todo va a peor. «Sobre las dos o tres de la madrugada llegan los grupos de jóvenes más agresivos. Vienen a lo que vienen, a insultar, romper los portales y terminan peleándose a botellazos. Es terrible», explican en la plaza del Humor.

Los afectados quieren que el Ayuntamiento prohíba de forma tajante el botellón y entre sus propuestas, que comparten con los hosteleros, está la de multar, con sanciones de hasta 750 euros, a los que beban alcohol en la calle para disuadir estas concentraciones.

Testimonio de una afectada

Beatriz Rodríguez. vecina de la plaza del humor. 50 años.

«A mi marido lo tiraron al suelo y estuvo ocho días de baja»

Beatriz vive a las puertas de la zona cero de la movida, en la plaza del Humor, donde el buen tiempo de estas últimas semanas ha convertido el botellón en un fenómeno incontrolado. Lo dice ella y todos los residentes de esta zona, en pleno centro, donde las agresiones (físicas y verbales) «son más frecuentes de lo que piensa el Ayuntamiento».

«En una ocasión mi marido llamó la atención a unos chicos, ellos lo tiraron al suelo y estuvo ocho días de baja con un esguince», cuenta Beatriz.

Haciendo memoria, le vienen mil recuerdos de destrozos porque, asegura, «por aquí siempre hay algo roto». «Tú dices algo y ya se envalentonan y una vez nos tiraron el portal a patadas», afirma. Hoy es jueves y espera, como siempre, una noche más en vela.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE A CORUÑA