Entre ella y otro cliente trataron de calmar al sujeto hasta que finalmente se marchó del local.

Cuando llegó la patrulla policial, entre los dos, les facilitaron una descripción del individuo. Casualmente, los policías recordaron que antes llegar al lugar, les había llamado la atención un joven que bajaba andando hacia el centro de la ciudad, cuyas características físicas coincidía con quien había proferido las amenazas de muerte.

Inmediatamente procedieron a buscarlo, siendo localizado al poco tiempo.

Cuando se procedió a llevar a cabo el registro de sus ropas con el fin de encontrar los cuchillos, estos no fueron hallados, si bien, gracias a un testigo que se encontraba en el bar, se pudo constatar que éste, después de abandonar el local, se había dirigido a su casa.

Tras conseguir la autorización oportuna, se entró en su piso, hallando en el interior de un cubo de basura, dos cuchillos.

Uno de ellos de sierra con una hoja de 20 centímetros y el otro jamonero con una hoja de unos 22,5 centímetros.

El individuo fue detenido como presunto autor de un delito de amenazas graves. Durante el traslado en el vehículo policial hasta la Comisaría de Oviedo, adoptó una actitud muy violenta, que le llevó a golpearse repetidamente la cabeza con la mampara de protección del vehículo, insultado y amenazando a los policías que le habían detenido.

Al hombre de 36 años, le constaban más de veinte detenciones. En su declaración manifestó haber proferido las amenazas, pero debido a un problema que tuvo con un cliente del bar.