Penélope Cruz y

Ben Kingsley se han dado cita en la película de

Isabel Coixet basada en la novela de

El animal moribundo, una obra que trata acerca de un

carismático y egoísta profesor que pierde la compostura al enamorarse de una estudiante a quien le dobla en edad.

Elegy, que se estrenó el domingo en el

Festival de Cine de Berlín, trata de

temas universales como el amor, la muerte y la enfermedad, y retrata la belleza como una carga y una bendición.

El filme también intenta demostrar que

envejecer no implica necesariamente madurar, ya que el personaje interpretado por Kingsley, David Kepesh, mantiene su independencia mientras que no logra superar sus celos y las dudas que amenazan su relación.

A Penélope Cruz, de 33 años, le preguntaron si sentía que tenía que trabajar más duro como actriz para disipar las

sospechas de ser contratada por su aspecto: "Mi carrera ha estado llena de ofertas de papeles que no tienen nada que ver con eso", dijo a los periodistas.

"Nunca me he considerado demasiado..." agregó, evitando aparentemente usar la palabra "guapa". "No quiero decirlo porque lo han dicho otros e intentan encasillarte y crear una situación que no es. Nunca he querido jugar ese juego: ¿una víctima de qué?.

La actriz, que llevaba un vestido negro ceñido, dijo que

ha querido hacer el papel de Consuela durante años. "Estaba obsesionada con el libro", afirmó. "Lo leí hace seis años. Soy una gran fan de Philip Roth y tuve una primera reunión con los productores hace muchos años".

No obstante la película está repleta de humor, sobre todo en las escenas en las que Kepesh y su amigo, interpretado por el actor Dennis Hopper, intercambian consejos sobre el amor, las enfermedades y la muerte.

"No es una comedia", dijo Coixet. "Es mi territorio, es con lo que me siento cómoda. Siempre soñé con hacer comedia, pero ahora sé que no tengo las herramientas para ello", agregó.