«Vivo en un cuarto piso y tengo que dormir con tapones porque el ruido es horrible. Lo que más molesta es la autovía, pero los aviones y trenes también se notan», explica E. G., uno de los vecinos.

Su situación se ha agravado con la ampliación de un carril en la V-30, por eso el abogado de la comunidad, Jorge Mata, ha explicado que han pedido a Fomento que «establezca medidas correctoras, como pantallas antirruido». Desde el Ministerio se han comprometido a contestarles antes del mes de julio.

También han presentado alegaciones al mapa del ruido ya que el Ayuntamiento tiene que llevar a cabo un paquete de medidas en las zonas con más contaminación acústica: «Las propias mediciones del Ayuntamiento confirman que los niveles llegan a 75 decibelios por las mañanas y 70 por las noches».

Fuentes de la Concejalía de Contaminación Acústica han confirmado que son conscientes del problema: «Vamos a remitir un escrito a Fomento esta semana para que tomen medidas cuanto antes respecto a la V-30. Además, tenemos prevista una reunión con los vecinos para estudiar otras medidas que sean de competencia municipal como la plantación de árboles frondosos que amortigüen el ruido», dicen.

Un afectado

José Landete. 53 años, comerciante.

«Vivimos con Las ventanas cerradas»

José es uno de los 1.200 vecinos afectados por el ruido atronador que sufren. Según cuenta, «tenemos que estar siempre con las ventanas cerradas y la tele alta para no escuchar el ruido, y en verano es un agobio. Lo que más molesta es la autovía, sobre todo las motos. Por la noche es peor porque hay más silencio y aún se oye más, tanto los aviones como los trenes de mercancías ».