Asaja pide mayor control de puestos de venta de fruta y hortalizas para evitar fraude y competencia desleal

  • Asaja Málaga ha demandado "un mayor control" de los puestos de venta de fruta y hortalizas en los municipios malagueños "para evitar el fraude, la competencia desleal y los graves perjuicios que provoca en los consumidores y agricultores".
Aguacate Asaja pie más control
Aguacate Asaja pie más control
ASAJA
Aguacate Asaja pie más control

Así, han explicado que desde Asaja Málaga se está llevando a cabo una campaña de vigilancia de la venta de fruta inmadura de aguacate después de los numerosos avisos recibidos por parte de sus asociados en los últimos días.

En este sentido, han afirmado que han observado la presencia en determinados comercios y mercadillos "de fruta que, a todas luces, no es comestible al faltarle más dos meses -debe recolectarse en diciembre como mínimo- para su madurez comercial". Además, esta mercancía, precisan, "es sospechosa de haber sido sustraída".

Por ello, Asaja ha demandado que los municipios malagueños a través de la Policía Local, competente en esta área, "refuercen" la actividad de control en mercadillos y fruterías "para revisar tanto la procedencia de aguacates -frutas y hortalizas en general- de dudoso origen, como los mínimos de calidad requeridos".

Asaja ha alertado de que esta fruta se vende a precios "inferiores" a los de mercado y provoca "una competencia desleal" que crea "graves perjuicios a todo el sector, por ello además de la

vigilancia de los robos en el campo es muy importante controlar su posterior venta ilegal en carreteras y mercadillos y establecimientos".

"Si la lucha contra los robos es eficaz, evitaremos también que los agricultores, por miedo a que les roben el fruto de todo un año de trabajo, recolecten antes de tiempo", han señalado desde Asaja a través de un comunicado.

Desde Asaja Málaga han vuelto a solicitar "más apoyo de las autoridades, para redoblar la vigilancia y control, tanto de las explotaciones agrícolas como de las ventas irregulares, que además de los daños directos que causan a los agricultores ocasionan un engaño al consumidor, que reniega del producto, afectando a nuestra economía y a la imagen de calidad de nuestros aguacates".

También piden sanciones "ejemplares" para los intermediarios "que compran o subastan mercancía que se sabe que es robada y que no cumple las condiciones mínimas de madurez para su consumo".

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