El descubrimiento se produjo como resultado de las averiguaciones efectuadas por la comisaría de la Ertzaintza de Durango, que llevó a

intervenir en una finca rústica ubicada en el barrio Astola de Abadiño.Se trataba de una explotación agrícola que albergaba una edificación de dos alturas. En el lugar, los agentes procedieron a la identificación del propietario y de un segundo varón que trabajaba como asalariado.

Tras acceder al interior del inmueble, comprobaron que algunas de las estancias habían sido acondicionadas tanto para el cultivo ilegal de plantas de marihuana como para su posterior secado.

En la inspección efectuada se hallaron un millar de plantas de marihuana en distintas fases de desarrollo, además de la infraestructura

precisa para la producción de dichas plantas de cannabis; elementos como utillaje agrícola, sistemas de iluminación y extracción de aire, además de dispositivos de riego y deshumidificadores, todo ello dispuesto para acelerar y favorecer la evolución y crecimiento de dichas plantas. También se incautaban de una importante cantidad de cogollos de misma naturaleza psicotrópica, hallados en un habitáculo propio para secado de dicha sustancia vegetal.

Los agentes procedieron a la detención del propietario de la explotación, un varón de 55 años de edad, por un delito contra la salud pública. Por la misma causa se abrían diligencias como investigado a la persona asalariada que trabajaba en la plantación, un varón de 25 años de edad. Una vez finalizadas las diligencias policiales, este miércoles el

arrestado ha sido puesto a disposición del juzgado de guardia de Durango.