Eduardo Mendoza: "Los que escribimos tenemos un poco la obligación de dejar constancia del tiempo que hemos vivido"

  • BILBAO, 25 (EUROPA PRESS)
Eduardo Mendoza presenta su nuevo libro en Bilbao
Eduardo Mendoza presenta su nuevo libro en Bilbao
EUROPA PRESS
Eduardo Mendoza presenta su nuevo libro en Bilbao

El escritor Eduardo Mendoza, Premio Cervantes 2016, ha dicho este martes que "los que escribimos tenemos un poco la obligación de dejar constancia del tiempo que hemos vivido". Según ha afirmado, "no hace falta que dejemos una historia escrita, que eso ya está, sino una manera de ver e interpretar tiempos que se fueron y que han de quedar en la literatura, la fotografía o el cine".

Mendoza ha ofrecido una rueda de prensa en el Ayuntamiento bilbaíno, acompañado del director del área de Cultura, Iñaki López de Aguileta, en la que ha presentado su nueva novela 'El Rey recibe', que es "el arranque" de una trilogía que lleva el título global de 'Las leyes del movimiento', con la que pretende dar cuenta de los principales acontecimientos, políticos, sociales y culturales de la segunda mitad del siglo XX, ha explicado López de Aguileta.

El director de Cultura ha explicado que en 'El Rey recibe', Mendoza introduce al protagonista, Rufo Batalla, "un periodista propenso a enredarse en tramas inverosímiles, que nos va a narrando los cambios que se vivieron entre el 68 y el 73, tanto en Barcelona como en Nueva York, primero en la España franquista de esa tímida apertura tecnócrata, en un régimen que se describe como 'todavía férreo pero claramente senil, y después en Nueva York, donde Rufo Batalla se traslada huyendo de una vida vacía y donde vivirá acontecimientos como los ecos del Watergate, la eclosión del movimiento de liberación gay, o la radicalización del arte contemporáneo".

Eduardo Mendoza ha señalado que 'El Rey recibe' es una novela "con un personaje que no soy yo, tiene que ver conmigo puesto que es hijo mío y compartimos algunos rasgos de carácter, pero lo que a él le pasa, no tiene nada que ver con lo que me pasó a mí, es todo inventado".

Tras indicar que con el protagonista de su nueva novela comparte "tiempo y espacio", ha asegurado que "todos los años son importantes, porque todos los años pasan cosas". En relación a la época que abarca el libro, ha dicho que había "algunas situaciones y fenómenos sociales que, en ese momento, no parecía importantes pero que luego resultó que estaban marcando lo que sería el futuro". "Fui testigo de mi época y quería dejar constancia, en forma de novela, de estas cosas que viví, pequeños cambios que son sintomáticos y significativos", ha manifestado.

En ese sentido, ha considerado que "los que escribimos tenemos un poco la obligación de dejar constancia del tiempo que hemos vivido". "No hace falta que dejemos una historia escrita, que eso ya está, sino una manera de ver que interpreta tiempos que se fueron y que han de quedar en la literatura, la fotografía y el cine", ha dicho, para explicar que él eligió la forma de la ficción porque le permitía hacer que el personaje viviera cada momento "sin saber qué es lo que iba a pasar".

"El protagonista no sabía cómo iba a acabar la historia y si aquello era una cosa intrascendente o no, ni qué importancia iba a tener el suceso. Me gusta ponerme en ese momento y volverlo a vivir casi a ciegas", ha explicado.

Por otro lado, ha destacado que el papel del periodismo "antes, durante y después de la transición fue fundamental", y, ahora, "ha entrado en una fase nueva que nadie sabe muy bien en qué consiste". En ese sentido, ha dicho que con su nueva novela, ha querido también rendir un homenaje a "estos periodistas que salían a la calle para ver qué contaban y de dónde arañaban una noticia de aquí y de allá, y que estaban haciendo una cosa muy importante, pero sin saberlo".

En cuanto a las futuras partes de la trilogía, ha reconocido que es "muy difícil hacer planes, pero el proyecto está hecho". "Estoy con la segunda parte, e iré avanzando hasta el punto fijado, que es el final del siglo XX, por lo que ahora vendrá la transición y los fenómenos marginales que son los que más me divierten, como la evolución de las revistas del corazón", ha avanzado, para asegurar que la evolución cultural le "interesa" más como escritor que la evolución política.

Tras reiterar que tiene "el plan más o menos trazado", ha dicho que se parará al final del siglo XX, porque "ya entramos en un mundo de redes sociales que ya no se cómo funciona ni en qué consiste este fenómeno", por lo que prefiere que "otro que las haya conocido desde el principio y las haya usado, las cuente dentro de un tiempo". "Hay que dejar pasar un tiempo antes de empezar las cosas en forma de novela o de libro para poder hacer balance", ha considerado.

PREMIO CERVANTES

Preguntado sobre si se escribe igual después de recibir el Premio Cervantes, Mendoza ha dicho que "de alguna manera debe influir". "Yo no lo sé porque siempre procuro escribir como si fuera mi primer libro y yo acabara de aprender los palotes, pero es verdad que las cosas que pasan ahí están y supongo que el Cervantes tiene muchas connotaciones, no es un premio como cualquier otro y me hace sentir ya con la sensación de ir un poco de retirada, y que hay que salir con elegancia, y quizá esta sensación haya influido en la redacción del libro", ha reconocido.

Sin embargo, ha dicho que, en cuanto a la concepción, sin el Cervantes, habría pensado lo mismo, "que hay un momento en el que hay que empezar a recoger y poner un poco colofón a toda una carrera literaria, que ya es, en mi caso, muy larga".

RECIBIMIENTO DEL ALCALDE

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, acompañado por la edil Cultura, Nekane Alonso, ha recibido a Eduardo Mendoza en el Ayuntamiento, con motivo de la presentación, esta tarde, de su nueva novela en la Biblioteca Bidebarrieta.

El encuentro entre Aburto y Eduardo Mendoza se inscribe en la larga lista de visitas de personalidades del mundo de la cultura al Consistorio bilbaíno, como la del poeta Antonio Gamoneda, Premio Cervantes 2006; la norteamericana Donna Leon; el joven escritor bilbaíno Alfonso del Río; el compositor e Ilustre de Bilbao 2010, Luis de Pablo; el músico de jazz Barry Harris; el director de películas como "Gremlins" o "El chip prodigioso", Joe Dante, o los equipos técnicos y artísticos de "Handia" y "Errementari," entre otros.

En su encuentro de hoy, el alcalde ha tenido ocasión de conocer más de cerca el mundo literario de Eduardo Mendoza, cuya obra recoge y recorre algunos de los fenómenos sociales más importantes de la segunda mitad del siglo XX, como la igualdad racial, el feminismo, el movimiento gay o el desplazamiento de los grandes centros culturales y la deriva de la cultura hacia nuevas formas de expresión.

Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha publicado las novelas "La verdad sobre el caso Savolta" (1975), que obtuvo el Premio de la Crítica; "El misterio de la cripta embrujada" (1979); "El laberinto de las aceitunas" (1982); "La ciudad de los prodigios" (1986), Premio Ciudad de Barcelona; "La isla inaudita" (1989); "Sin noticias de Gurb" (1991, 2011); "El año del diluvio" (1992); "Una comedia ligera" (1996), por la que obtuvo en París, en 1998, el Premio al Mejor Libro Extranjero; y "La aventura del tocador de señoras" (2001), Premio al Libro del Año del Gremio de Libreros de Madrid.

También es autor de "El último trayecto de Horacio Dos" (2002); "Mauricio o las elecciones primarias" (2006), Premio de Novela Fundación José Manuel Lara; "El asombroso viaje de Pomponio Flato" (2008), Premio Terenci Moix y Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao; "El enredo de la bolsa o la vida" (2012); "El secreto de la modelo extraviada" (2015) y el libro de relatos "Tres vidas de santos" (2009), siempre en Seix Barral, y "Riña de gatos. Madrid 1936", novela galardonada con el Premio Planeta 2010.

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