Está previsto que el próximo parte sobre la salud del Pontífice se dé a conocer el jueves, después de que el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, informara ayer de que el Papa no tiene fiebre, se alimenta con regularidad y pasa algunos momentos sentado.

En el hospital y los alrededores del edificio continúan congregados numerosos periodistas de todo el mundo con la vista puesta en la décima planta del complejo, donde se encuentran las habitaciones reservadas expresamente para el papa Wojtyla.

Desde una de las ventanas de esa zona se asomó el Pontífice el pasado domingo para impartir la bendición apostólica al término del rezo del Angelus, aunque con voz fatigada y poco inteligible, entre los aplausos de cientos de fieles reunidos en el patio del hospital.

El Papa fue trasladado al Policlínico Gemelli hace una semana aquejado de una laringotraqueítis aguda que le causó una crisis respiratoria