Al menos nueve personas han muerto, entre ellas cinco niños, en un incendio registrado el domingo en un edificio de viviendas en el centro de la localidad alemana de Ludwigshafen, al suroeste del país, según ha informado la policía local.

Los bomberos han recuperado ocho cadáveres del edificio, que resultó completamente destruido, mientras que una novena persona falleció como consecuencia de sus heridas poco después de ser trasladada a un hospital.

El fuego y el humo causaron heridas de diversa consideración a otras 60 personas, de las que 20 se encuentran hospitalizadas en distintos centros médicos.

El incendio se inició por causas que se desconocen a media tarde del domingo y se extendió con suma rapidez por las escaleras del edificio, una construcción de madera que favoreció la propagación de las llamas.

Los bomberos explicaron que varias personas saltaron por las ventanas de sus viviendas y cayeron en los colchones de salvamento que habían desplegado a los pies del edificio las fuerzas de rescate.

Dos niños de corta edad fueron lanzados al vacío por sus padres y pudieron ser salvados al ser recogidos en brazos por agentes de la policía.