Las carnestolendas se adaptaron al cristianismo en la Edad Media como periodo de frenesí y trasgresión previo al recogimiento y las restricciones de la cuaresma. Así ha sido históricamente pero, por lo visto, el Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por el Partido Popular, tiene algún interés en alterar el calendario.

Según ha podido saber este periódico, la mísmisma gerente de la Fundación del Carnaval, Carmen Pastrana, se plantó ayer en la plaza donde se concentraban las carrozas que iban a participar en la Gran Cabalgata, y ordenó a todos los modelos que formaban parte de la carroza del rey Midas cubrirse un poco más el cuerpo, porque el evento iba a ser contemplado por muchos niños.

Los modelos en cuestión, como sus compañeras de carroza, la mayoría de entre veintiún y veinticinco años, llevaban descubiertos los muslos y el torso, tal y como aparece retratado en la fotografía que acompaña a la noticia. La gerente les obligó a que se ataviaran con calzones largos, pero media hora después de comenzar la cabalgata algunos ya habían optado por desobedecer esta norma no escrita ni conocida en ningún código municipal, autonómico u estatal.

Fuentes próximas a la organización no pudieron ocultar lo molestas que se encuentran con esta actitud, pues en principio, sólo se permitió subir a la carroza a las chicas, cerrándole el paso a los varones, la mayoría gays. Tras unos minutos de tensión, la gerente les permitió subir previa revisión de las partes de muslo y torso que llevaban al aire.

En la carroza también iba una transexual. Eso sí, cubierta con un traje de fantasía que le llegaba desde el mismo cuello hasta la punta de los pies.

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