Una mujer de 34 años está llamada a comparecer este miércoles ante el Tribunal Supremo francés acusada del asesinato en agosto de 2015 de su bebé, que cayó desde una altura de siete pisos en un edificio de París.
"Abrí los brazos" y "le dejé ir", habría confesado Myriam D. ante la Policía, según publica Le Parisien. El juez instructor del caso habla de "una reacción de angustia" ante un gesto del pequeño, de diez meses, que le habría recordado las violaciones que sufrió durante la infancia.
La acusada siempre ha negado que tuviera la intención de matar a su hijo y a la pregunta de si habría previsto suicidarse con él, su abogado no ha querido hacer declaraciones antes del juicio, que está previsto que dure cuatro días.
El padre de Raphael, Guillaume Flahaut, ha pedido que se haga justicia y ha manifestado estar convencido de que el bebé no se cayó por accidente.
Myriam y Guillaume se habían conocido a través de una plataforma que pone en contacto a personas que quieren ser padres.
El hombre, según el diario francés, le había comunicado a la mujer su deseo de hacerse con la custodia del niño cuatro días antes de la tragedia.
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