Según la concejala, los puntos limpios están siendo "muy usados" pero quieren seguir aumentado su utilización entre los ciudadanos y no descartó instalar un nuevo punto a lo largo de este mandato si fuera necesario. Allí se recoge un 13 por ciento del total de residuos. La concejala destacó la compensación medioambiental que suponen y el hecho de que Gijón no cobre por su utilización, como pasa en algunas ciudades europeas.

En los puntos limpios pueden depositar una gran variedad de residuos, desde aceites, electrodomésticos, líquidos fotográficos, escombros, medicamentos, tóxicos del hogar, pinturas, neumáticos, pilas y baterías, radiografías, ropa, fluorescentes, papel, envases, o vidrios, por ejemplo.

En lo que se refiere al reciclado de papel, Gijón cuenta con una tasa por encima de la media nacional, con 39,5 kilos por habitante durante el 2007, lo que indica un aumento del seis por ciento respecto al año anterior. En España la tasa en 2006 fue de 24 kilos por habitante. En cuanto a los envases, se pasó de 7,55 kilos por habitante a 9,08 en 2007, es decir, un aumento del 20 por ciento. Respecto al vidrio, la cifra creció un 15 por ciento, al pasar de 12,69 kilos por habitante a 14,39.