El Pino de Pilancones, un árbol emblemático catalogado entre los cien más singulares de España por algunos, se ha derrumbado finalmente tras una vida de unos cuatrocientos años que acabó como combinación de su edad y la acción del hombre, anunció hoy el Cabildo de Gran Canaria.

¿La edad o el descuido?

Criticada por Ben Magec-Ecologistas en Acción y el Partido Verde Canario , que la achacan al descuido de las autoridades, en la muerte de este pino fueron determinantes los efectos de los incendios que el pasado verano asolaron parte del centro de la isla, según explica el Cabildo en un comunicado.

"Si bien la herida abierta en el pino con motivo de antiguos aprovechamientos dejaba ver el fondo del tronco hueco carbonizado, pero también una gran cantidad de resina que salía de los canales resiníferos, la inflamabilidad de toda esa resina en el tronco hueco pudo contribuir a que ardiera el pino varios días", se relata en el texto.

Su conclusión es que como, "después del incendio, el hueco, ya existente antaño, se encontraba completamente carbonizado y no fluía resina, el ciclo vital del citado árbol concluía, tanto por la acción devastadora del hombre -junto con los tres incendios sufridos en la zona- como por su longevidad" en ese momento.

Su última noche, con viento

El final del Pino de Pilancones, que alcanzaba una altura de 30 metros, un perímetro de 5,25 metros y una edad que se calculaba en torno a los 400 años, fue certificado de forma definitiva, en todo caso, hoy mismo, después de que durante la noche pasada se derrumbara, al parecer ayudado por la acción del fuerte viento.

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