«¡Todas preparadas!», son los gritos del diseñador antes de salir. Ellos les marcan las pautas: manos en los bolsillos, gesto desenfadado, serio... Cada modelo tiene una vestidora para cambiarse de modelito durante el desfile.

A veces hay tropiezos o se salen los zapatos. «Utilizo un punzón para hacerme más agujeros en la correa porque siempre me están grandes», cuenta Vedrana Djukic.

Debido al refrito de maquillaje, laca y rulos que sufren tienen que cuidarse usando «desmaquillantes, crema hidratante y mascarillas », apunta Patricia.

Dicen que todas se llevan bien y que no se ven «como rivales», pero «en el extranjero hay más competitividad», comenta Elisabeth Mas. Cuando vienen famosas «piden camerinos aparte».

Pilar Vidal ofreció ayer su visión del cosmopolitismo y Anamaría propuso faldas tubo y pantalones pitillo. Hoy le toca a David Delfín.