La banda Pearl Jam ha sido objeto de una polémica por el cartel que su bajista, Jeff Ament, y el artista Bobby Brown han diseñado para homenajear el concierto que el pasado lunes dieron en Missoula, en el estado de Montana.

No es para menos. La obra, repleta de referencias, ha hecho mella tanto entre demócratas como republicanos estadounidenses por muy diversas razones, pero sobre todo por aquella que salta a la vista: el cadáver de Donald Trump y la Casa Blanca en llamas.

El presidente de EE UU aparece representado como un esqueleto, pero con su famoso pelo intacto, mientras es devorado por un águila calva —símbolo del país— y tiene a su lado un maletín que lleva grabadas la hoz y el martillo comunistas.

En el cartel también está caricaturizado el senador demócrata por Montana Jon Tester, al que califican como "the real deal" (que se podría traducir como "el gran beneficiado"), ya que sobrevuela la catástrofe en un tractor.

Matt Rosendale, el rival republicano de Tester en las elecciones de este año, ha calificado la imagen de "repugnante y reprehensible" y ha instado al senador a denunciarla.

El portavoz de Tester, Chris Meagher, en declaraciones al Washington Post, ha dicho: "Nunca vimos el póster antes del concierto y no nos gusta.  No aprobamos la violencia de ningún tipo. Punto".

Por su parte, Jeff Ament, ha defendido en la revista Rolling Stone el papel del arte y, por ende, de su obra: "El papel de los artistas es hacer que la gente piense y sienta y la actual administración nos hace de hecho pensar y sentir. Yo fui quien concibió el póster y doy la bienvenida a todas las interpretaciones y discursos. Amor, desde la Primera Enmienda, Jeff Ament ".