Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción, opinó ayer que los alicantinos «se han lanzado al reciclaje», sobre todo, desde que el Ayuntamiento instaló los contenedores de recogida selectiva de residuos.

Arribas añadió, además, que muchos ahora están dispuestos incluso «a caminar varias calles para deshacerse de la basura», pues es complicado encontrar contenedores.

En la ciudad tendría que haber «600 puntos con cuatro contenedores (plástico, papel, vidrio y orgánico), uno por cada 500 personas, y estamos lejos de alcanzar esta cifra», precisó Arribas.

El principal problema, apuntan desde Inusa, son las bolsas de plástico, por el consumo energético que requiere su fabricación, y su complicado reciclaje. Las de aquí se llevan a una planta en Benidorm.