El abrigo fue descubierto el año 1917 por Juan José Senent y estudiado por Eduardo Hernández Pacheco, de la Comisión de Investigaciones Prehistóricas de Madrid. Una de sus escenas, la que representa el enfrentamiento armado de siete arqueros, es una de las primeras representaciones de la guerra de la prehistoria europea, que pasó a convertirse en icono de referencia del arte rupestre levantino.

En las décadas siguientes, el conjunto fue objeto de numerosas visitas y también de prácticas nocivas como la humectación de las paredes para favorecer la visibilidad de las pinturas, una práctica que favoreció procesos de alteración de la roca que llevaron a la ocultación total de las pinturas bajo una veladura de sales.

Durante tres meses, técnicos del IVCR+i han trabajado en la restauración del conjunto eliminando las veladuras que limitaban la visibilidad de la escena y consolidando los soportes más inestables. Los trabajos de restauración han ido precedidos de un análisis integral del conjunto, de la roca soporte y de las propias pinturas rupestres para determinar su composición.

En la actualidad, las pinturas rupestres de la Galería del Roure pueden contemplarse con la misma definición que en los días posteriores a su descubrimiento, hace ahora un siglo.