"Después de un incendio el suelo está muy frágil, entonces lo primero que tenemos que hacer es protegerlo y evitar zonas de erosión", ha explicado a los medios de comunicación la consellera, que ha indicado que los agentes medioambientales ya han hecho "una primera evaluación visual" para saber "cuáles pueden ser las necesidades principales".

Asimismo, Cebrián -que este viernes se ha reunido con los Ayuntamientos de Altea, Alfàs del Pi, Benidorm y el Club Náutico de Altea para la firma de un convenio para la vigilancia y la gestión de la zona marítima del Parque Natural de Serra Gelada- ha expresado que otra acción "muy importante" es la retirada de madera quemada "por un motivo de seguridad", por lo que las actuaciones "se enfocan, en un principio, a zonas más transitadas porque hay árboles dañados y puede ser un compromiso para la seguridad", ha argumentado.

"Tenemos que esperar a que los equipos de extinción lo declaren extinguido para poder entrar con nuestros técnicos y hacer una valoración muy detallada y precisa de la afección a la flora, a la fauna, a los enclaves naturales que hay en la zona", ha explicado la responsable de Medio Ambiente, que ha insistido en que no hay que entrar a la zona hasta no tener "esa evaluación técnica".

Por otra parte, Cebrián ha indicado que, a partir de la evaluación técnica, se llevará a cabo "una mesa de concertación con todos los alcaldes, asociaciones de la zona y asociaciones de vecinos para programar de forma conjunta actuaciones de recuperación de la zona", un trabajo "a medio plazo" y que tendrá "varias reuniones".

"SOLIDARIDAD" E "IMPLICACIÓN"

La consellera ha recordado también las "muestras de solidaridad e implicación tan importantes y positivas que hay en la población", que colabora para "recuperar una zona que tiene altísimo valor natural y un componente sentimental porque para las poblaciones de la zona era una zona de paseo y de disfrute".

Asimismo, ha asegurado que la Generalitat "está preocupada ayudando a los Ayuntamientos a la vuelta progresiva de las personas a las casas de las que habían sido desalojadas", un proceso "muy delicado" que tiene que hacerse "progresivamente, con un apoyo psicológico, con la máxima prevención de seguridad y siempre siguiendo las indicaciones que nos dan los técnicos en extinción", ha explicado Cebrián.