"Lo que sucede con normalidad en la naturaleza, también puede ocurrir en Bioparc Fuengirola", ha afirmado, recordado que se pueden ver cascadas, islas, troncos caídos, riberas, cuevas, minas abandonadas, templos inundados por la selva y otros elementos que conforman el recorrido del parque malagueño y las instalaciones de sus más de 200 especies.

Han explicado, además, que ahora la recreación del efecto que causa el paso de un río al romper un muro de roca es el concepto de la recién inaugurada instalación para leopardos.

Recientemente han culminado las últimas obras que Bioparc Fuengirola inició a mediados de abril con el objetivo de adaptar la instalación de gorilas para un grupo reproductor, acoger nuevas especies de aves exóticas y aumentar el área para leopardos; Bioparc Fuengirola anunciaba en primavera tres de las trece reformas que ha realizado desde su apertura, incluyendo las dos ampliaciones realizadas en 2003 y en 2015.

Así, han afirmado a través de un comunicado, que en estos meses, arquitectos, obreros, veterinarios, técnicos del equipo de zoología, tematizadores y hasta personal de tecnología y electricidad han trabajado para crear una instalación seis veces mayor que la anterior con el objetivo de mejorar el bienestar de los animales que alberga, leopardos de Sri Lanka.

Aplicando el concepto de zoo-inmersión, el equipo de profesionales ha recreado en esta área una escena natural en la que un muro de roca es roto por el cauce de un río creando fosos en rocas erosionadas, dejando crecer nueva vegetación y altos troncos de árboles centenarios y desplazando las rocas del muro por su cauce que continua en la recién reformada instalación adyacente de gorilas.

El resultado, han asegurado, "es una continuidad visual en la que las sensaciones son sorprendentes: parece que lo construido es el camino de los visitantes y no los entornos de los animales".

El trabajo de los veterinarios, técnicos y zoológos ha sido fundamental en el diseño de la instalación. Los leopardos, a diferencia de otros felinos como tigres o leones, son de hábitos arbóreos y grandes trepadores, por lo que pasan gran parte del tiempo en las alturas y entre las sombras de grandes árboles.

Este conocimiento ha determinado el desarrollo de la instalación, que además de crecer en extensión, ha crecido en volumen incorporando numerosas ramas a diferentes alturas, siendo las más altas de hasta doce metros y creando puntos de visión totalmente novedosos en Bioparc Fuengirola, ya que los visitantes pueden observar a los leopardos desde una visión prácticamente vertical.

De igual modo, han continuado, los leopardos también ganan nuevos puntos de visión elevados por encima de las cabezas de los visitantes en los que poder descansar mientras vigilan la selva centroafricana de Bioparc Fuengirola.

Otras de las novedades en la instalación con el objetivo de favorecer el bienestar de sus habitantes, es la introducción meditada de barreras visuales a través de rocas y plantas para que estos grandes felinos puedan apartarse un poco de la vista directa del publico o de otros leopardos en la misma instalación y reducir las situaciones de estrés.

Durante el diseño también se han introducido distintos artilugios, trampillas y huecos para crear nuevos enriquecimientos sensoriales que estimulen el comportamiento natural de los leopardos.

Por último, han recordado que Bioparc Fuengirola colabora en la conservación del leopardo de Sri Lanka desde su apertura en 2001. La caza furtiva y la pérdida de hábitat han situado a todos los leopardos del mundo en peligro. De los 9 tipos de leopardo distribuidos por África y Asica, la subespecie que alberga el parque, Panthera pardus kotiya, es una de las más amenazadas con menos de 1.000 ejemplares viviendo en la Isla de Sri Lanka.

Bioparc Fuengirola colabora en el Programa Europeo de conservación Exsitu (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) participando en el Comité de conservación de Leopardos de Sri Lanka del mismo organismo.