Un paraíso en Triana. Del mostrador de Casa Diego se chupan hasta las patas, y las bocas, cañaíllas, nécoras, quisquillas, cangrejos y cigalas. Mucho mar, caracoles  y montaditos calientes.

 

Para los más exigentes tienen galeras, bígaros y hasta percebes en temporada, aunque la tapa estrella es la de anchoas. Esas que causan la perdición de muchos. Y la verdad es que tiene sus secretos este pequeño pez que levanta pasiones. La anchoa es un boquerón en salazón (la de Casa Diego es de Castro Urdiales) del Cantábrico.

 

Diego, el hijo, las elabora una a una con esmero. Tiene que realizar un meticuloso trabajo artesanal, siempre a mano. Limpia el pescado y lo abre con mimo, para que nosotros de un bocado saboreemos toda la intensidad de este pescado azul, rico en ácidos grasos insaturados oleico, linoleico y omega 3, que nos ayudan a regular los niveles de colesterol.

 

Y entre anchoa y anchoa nos comimos una de gambas de Huelva y varias de caracoles. La variopinta clientela de Casa Diego se vuelve loca con éste . Agárrense: más de 100 kilos de caracoles despachan en una noche. No sé adónde irá a parar tanta cáscara.

 

Si existiese un concurso entre bares, seguro que éste quedaría en buen lugar.

 

TOMANOTA

 

Casa Diego

 

* Sánchez Arjona, 19. De 12.30 a 16.00 y de 20.30 a 00.30 horas. Descansan el domingo. El precio de las tapas es de 1,80 euros, excepto la de caracoles que cuesta 1,40. La ración oscila entre 5 y 6 euros.