El Obispado de Córdoba respaldó hoy al sacerdote que no quiso dar la comunión a una mujer, casada por lo civil con un hombre anteriormente casado por la Iglesia y luego divorciado, durante la misa funeral por la madre de éste, oficiada el pasado domingo en la capilla del Tanatorio de las Quemadas, en la capital.

Fuentes del Obispado dijeron que, "en primer término", la cúpula de la Diócesis de Córdoba "acompaña a estas personas y hace suyo el dolor" que sienten por la muerte de su familiar, pero, de la misma forma, aclararon que el sacerdote, que es tío del hijo de la fallecida, se limitó a aplicar "la doctrina de la Iglesia".

Dicha doctrina establece que "una persona que contrae matrimonio canónicamente y se vuelve a casar por lo civil no puede acercarse a comulgar", lo cual es aplicable en este caso a la mujer del afectado por esta norma doctrinal, que, de igual forma, no impide que estas personas "pueden participar en toda la vida de la Iglesia, con la excepción del derecho a comulgar".

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