Así lo ha anunciado a los medios el consejero después de mantener una reunión, junto con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, con representantes de las federaciones de pesca, que han expresado su preocupación por los métodos de pesca ejercidos por las flotas que operan en las aguas bajo derechos de soberanía de Senegal, Mauritania y Cabo Verde, entre ellas las flotas españolas de cerco congeladora y de cebo vivo.

Narvay Quintero indicó que los cerqueros que faenaban en el Índico se han trasladado a aguas de Mauritania y están impidiendo que los bancos de atunes pasen por Canarias, interrumpiendo su ciclo de vida, debido al uso de dispositivos concentradores de peces (DCP) que se colocan en alta mar y permiten hacer sombra, atrayendo primero a pequeñas especies que luego atraen a los túnidos, por lo que casi los pueden tener localizados y dirigir donde quieran.

El presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores Las Palmas y vicepresidente de la Federación Nacional, Gabriel Jiménez, agregó que en estos momentos hay entre catorce y dieciocho cerqueros faenando en aguas de Mauritania que emplean alrededor de 500 ó 600 de estos dispositivos, los cuales son capaces de capturar, cada uno, hasta 800 toneladas de pescado. Esto está afectando principalmente a los pescadores de Canarias y Madeira, de ahí que hayan pedido a Fernando Clavijo, en calidad de presidente de las RUP, que inste al Gobierno central y a la Comisión Europea para que se controlen este tipo de prácticas.

Quintero explicó que el Ejecutivo ya ha remitido al Estado y a la Comisión Europea una solicitud para que se estudie el impacto de estas prácticas pesqueras en la zona de Senegal y Mauritania, desarrolladas por la flota atunera de cerco y cebo vivo, que están provocando cambios en el comportamiento migratorio de esta especie, lo que afecta de manera significativa a las capturas de la flota artesanal canaria que desarrolla su actividad más al norte.

El consejero afirmó que estas prácticas han provocado que la flota atunera canaria, compuesta por unas 200 embarcaciones, haya experimentado durante el primer semestre un acusado descenso de capturas de las especies de atunes de mayor abundancia en aguas de las islas: patudo, rabil, blanco y listado. De hecho, Gabriel Jiménez comentó que un 80% de los barcos están prácticamente parados y los más grandes ya han tenido pérdidas de entre 80.000 y 90.000 euros.

Quiso recordar que las prácticas de pesca de esta especie en las islas, principalmente con caña y liña de mano, es muy selectiva y de reducido impacto ambiental, como se ha comunicado al Ministerio en otras ocasiones, por ejemplo en los estudios previos sobre la pesquería de atún rojo. Y añadió que la flota canaria se basa, pues, en mantener un equilibrio sostenible respecto a la explotación de los recursos migratorios, tal y como pide la CE.

PROPUESTAS.

Por ello, en la reunión de mañana pedirá al ministro Planas que encargue un estudio al Instituto Español de Oceanografía (IEO) sobre las prácticas que se están llevando a cabo en aguas de Mauritania y sus consecuencias en la pesquería de túnidos, al tiempo que se redacte una prohibición temporal del uso de este tipo de dispositivos a 400 millas náuticas del archipiélago canario. Asimismo, exigirá al ministro que se controlen y regulen las licencias que se dan a estos cerqueros y las licencias que se dan por dispositivo DCP.

El Gobierno de Canarias pide, también, que esta situación sea puesta en conocimiento de la Comisión Europea para que impulse medidas temporales por parte de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) respecto al uso de estos dispositivos. Igualmente, Fernando Clavijo se ha comprometido a que el Comité Científico del Cambio Climático realice un dictamen ambiental con respecto a esta situación y que se presentaría en la Conferencia de Presidentes de las RUP que tendrá lugar en Gran Canaria en el mes de noviembre.

A petición de los pescadores, Quintero también trasladará al ministro la posibilidad de que Canarias pueda disponer de una reserva de unas 1.700 toneladas de túnidos blancos entre septiembre y diciembre, cuando se produce la vuelta de esta especie por las islas, permitiendo que los pescadores canarios puedan realizar capturas a pesar de que la cuota de atún blanco que tiene asignada España se haya extinguido, pues dicha cuota está ahora al 55% y podría cerrarse en un mes. Según datos de los pescadores, en 2017 se capturaron unas 5.000 toneladas de atún blanco y este año prácticamente nada.

Narvay Quintero confía en que el ministro será receptivo a estas propuestas, pues se trata de temas medioambientales, de sostenibibilidad, de economía azul y cambio climático. "Evidentemente hay que tener un control, una regulación para que no se perjudique a la pesca artesanal y sostenible que hay en Canarias".