Fue a mediados de mes cuando los agentes tuvieron conocimiento de la destrucción de nidos de golondrina tras unas tareas de limpieza en una vivienda de esta localidad. Ante estos hechos, el Seprona inició las investigaciones pertinentes, que constataron cómo habían sido retirados varios nidos de la familia de las aves de la orden paseriformes, posiblemente de avión común, de la fachada de unas viviendas.

Además, la destrucción de los nidos se efectuó cuando aún tenían crías de esta clase de aves, confirmando la muerte de por lo menos tres especímenes, aunque pudieron rescatar otras tres crías, las cuales fueron entregadas por un ciudadano en el Centro de Recuperación de Aves de la Junta de Castilla y León en Villaralbo. Allí, tras varios cuidados y atención especializada por personal del centro, pudieron salir adelante.

El artículo 334 del código Penal sanciona con penas de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses este tipo de acción. Por ello, desde la Guardia Civil se recuerda que para la destrucción de los nidos realizados por aves protegidas se requiere autorización de la autoridad competente, Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que tras comprobar que se reúnen los requisitos exigidos por la legislación aplicable podrá emitir las oportunas autorizaciones.