A su juicio, "parece que el ser humano tiene cierto horror al vacío en su vida", algo que no le gusta al ser humano y que "saben bien las concejalías de festejos", que buscan cómo entretener a la gente, ha expresado en su escrito semanal, recogido por Europa Press.

Se pregunta el primado toledano si las fiestas de verano, las visitas al pueblo, el encuentro con los familiares y amigos, las pequeñas excursiones al campo o a las ciudades cercanas "libran del aburrimiento" y admite que "es posible, aunque algunos tienen que dormir durante el día para compensar el cansancio de las noches quemadas en la calle, en los bares o en los espectáculos al uso".

Con esta variedad de ocupaciones en fines de semana o en vacaciones con frecuencia familias cristianas enteras, los jóvenes y los menos jóvenes, ha asegurado Rodríguez, "se acostumbran a dejar la Misa dominical y a olvidar el carácter sagrado del domingo", alertando de que "si llegáramos a perder el sentido sagrado del domingo, sería una pérdida gravísima; pero no sólo cristiana religiosa, sino también cultural".

"Entre todos tenemos que cuidar de que las celebraciones dominicales sean un acontecimiento hermoso y religioso, que llegue al corazón. Ya sé que no es ésta tarea fácil. Que habría incluso que preparar en familia entre semana, al menos un día, la Misa del domingo, y saber cuáles son las lecturas", ha afirmado.

A su juicio, "es tan importante el domingo, nos jugamos tanto los católicos en ello", que le gustaría que se quede esa preocupación: "sin el domingo bien celebrado no podéis conservar una fe vigorosa ni podréis trasmitirla a vuestros hijos".