Quince años de la tragedia que marcó el nombre de Alcàsser

Ayer hizo tres lustros del hallazgo de los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée. Miguel Ricart sigue en la cárcel por los hechos.
El 27 de enero de 1993, dos apicultores encontraron semienterrados los cadáveres de tres adolescentes en un paraje conocido como La Romana, en una montaña próxima al pantano de Tous. La voz de alarma saltó de inmediato: Miriam, Toñi y Desirée, tres adolescentes de Alcàsser, llevaban más de dos meses desaparecidas, y todo hacía temer lo que horas después se confirmó. Eran ellas. Ayer se cumplieron 15 años de aquel macabro hallazgo.Todo empezó el viernes 13 de noviembre de 1992, un día que no habría tenido nada de especial si, como tenían previsto, las tres jóvenes hubieran pasado la tarde-noche en la discoteca Coolor, en la vecina población de Picassent. Pero no llegaron a entrar y se perdió su pista.

El caso saltó, desde sus inicios, a la escena televisiva y los medios de comunicación nacionales. Las ya conocidas como niñas de Alcàsser fueron secuestradas, violadas, torturadas y asesinadas, según el posterior juicio, por una pareja de delincuentes de la zona: Antonio Anglés y Miguel Ricart. Éste último sigue en prisión como colaborador necesario, y al primero se le perdió la pista en Irlanda tras subirse a un barco en Lisboa.

La autoría de Antonio Anglés cobró especial importancia porque, cuando  sucedieron los hechos, se encontraba de permiso penitenciario. Por ello, el Estado fue condenado en 2005 a indemnizar a los padres de las niñas con 600.000 euros por familia.

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